Suso Abad es el secretario general de Podemos y concejal de Acción Social y Juventud con Somos Alcalá del Ayuntamiento complutense. Con el debate del ‘sorpasso’ entre PSOE y Podemos, Abad hace balance de este primer año de Gobierno.
– Hace un año, Javier Rodríguez fue investido alcalde de Alcalá con el apoyo de Somos Alcalá. ¿Qué balance hace?
– Ha sido el inicio del cambio, con medidas concretas del Plan de Choque, como la bajada de salarios de los concejales de Somos, es un ejemplo de cómo hemos entrado en las instituciones. El balance es positivo porque se va avanzando y se gira la dinámica de la que veníamos, una dinámica de recortes y corrupción, una dinámica de gobernar desde los despachos, lejos de la ciudadanía. Estamos en la calle, con los vecinos y se empiezan a cambiar las políticas, con más políticas sociales y apertura a la participación.
Estamos en la calle, con los vecinos y se empiezan a cambiar las políticas, con más políticas sociales y apertura a la participación
– Ha hablado de la bajada de salarios, ¿por qué Somos Alcalá no hizo que también se lo bajara el resto de concejales del equipo de Gobierno?
– El acuerdo era de hacer una reducción del 20% sobre la masa salarial de los cargos políticos. Eso se consigue y sobre los presupuestos de 2013 es cerca de un millón de euros. Además, nosotros teníamos un código ético y un compromiso con la ciudadanía sobre la bajada de sueldos, que no tenía el PSOE. En ese entendimiento, cuando quieres hacer un gobierno de coalición, tiene que haber cesiones. Pero nosotros no íbamos a ceder de ese compromiso con la gente y otras personas con sus maneras de hacer política consideran que tienen que tener otro salario. Pero el acuerdo de bajar un 20% la masa salarial se cumplió.
– De ese plan de choque queda pendiente todavía el portal de la transparencia. ¿Por qué no está todavía listo?
– Hay otros partidos que nos acusan de ser menos transparentes. No es cierto. Se están haciendo cambios a más, nunca a menos. De hecho, hay una ordenanza sobre transparencia que antes no existía. ¿Por qué se va más despacio? Las instituciones no están preparadas para la transparencia que demandamos desde la nueva forma de hacer política. El cambio va a ser lento, pero no quiere decir que no se vaya a hacer. Estoy convencido de que al acabar la legislatura de que los avances en transparencia van a ser superiores que los que se van a conseguir en otras áreas. Por ejemplo, los presupuestos no lo permitían, y el personal del Ayuntamiento no está pensado para que la institución sea transparente. No sólo queremos que sea transparente, sino que haya una mayor difusión. Pero hay grandes gestos como que los plenos se retransmitan por streaming, que refleja que estamos en esa línea de querer ser transparente. Queremos dar diez pasos más, sabemos que vamos a tardar, pero somos inasequibles al desaliento.
Las instituciones no están preparadas para la transparencia que demandamos desde la nueva forma de hacer política
– ¿Pero qué falta: personal, nueva tecnología…?
– Falta personal, presupuesto, tecnología, hacer una adaptación de la institución porque no es un área concreto… Es un reto muy grande y se tarda en conseguir.
– En los presupuestos, ya una partida importante para este tema.
– La edil del área Brianda Yáñez ha hecho una evaluación de las necesidades del primer año, que no quiere decir que haya más necesidades en años posteriores. Parte irá para tecnología y también para formación, sobre qué tenemos que hacer los ayuntamientos para ser transparentes. También queremos ver cómo hacer llegar a la ciudadanía lo que se hace en el Consistorio. Nuestro deseo es informar más. Muchos vecinos nos dicen que no se enteran de lo que pasa en el Ayuntamiento. Cuesta dinero y tiempo, pero la gente lo está entendiendo.
– En el área Social, ¿qué medidas se han adoptado nuevas que puedan decir que es sello de ustedes?
– Lo más importante y es que los servicios sociales estaban en el plan de amortización del PP. Cuando entrábamos al ayuntamiento teníamos que decidir si seguíamos sacando esos contratos públicos o si parábamos, como decía el PP y el interventor, que nos dijo que estaban en el plan de amortización. Nosotros dijimos que los Servicios Sociales no se tocan. Además, aumentamos las partidas de emergencia social, que los comedores sociales estuvieran abiertos todo el tiempo para los más pequeños, intentamos que fuera una fórmula que no fuera discriminatoria y los incluimos en actividades normalizadas. Ahora, con los nuevos presupuestos, se ve un incremento importante que va a permitir una reformulación de todos los Servicios Sociales para que sean más cercanos a la gente.
Con los nuevos presupuestos, se ve un incremento importante que va a permitir una reformulación de todos los Servicios Sociales
– ¿Qué busca esa reformulación?
– Para empezar, mayor personal, que es insuficiente. La plantilla de Servicios Sociales está quince personas por debajo de lo que se necesitaría. Buscamos más cercanía y acompañamiento para que la gente salga de sus problemas por sí misma, que se haga dueña de su propia vida y avance para solucionar sus problemas. Vamos a poner un reglamento de ayuda de emergencia social, para baremar cuáles son las necesidades y cómo las vamos a atender económicamente, porque hay una primera fase muy asistencial que no es la propuesta filosóficamente más fuerte, pero a nivel de urgencia es imprescindible. Por tanto, esta reformulación consiste en mayores recursos, más cercanía con los vecinos y criterios y baremos para que la gente tenga lo que merece.
La plantilla de Servicios Sociales está quince personas por debajo de lo que se necesitaría
– El Distrito II, sobre todo al final de Puerta de Madrid, es un área especialmente complicada, ¿qué soluciones puede aportarle el Ayuntamiento a gente que está tan necesitada de recursos y atenciones y políticas de integración?
– Vamos a analizar los problemas de atrás hacia adelante. Cuando una persona empieza a tener un problema económico y una vulnerabilidad social, primero lo que deja de pagar es su vivienda, luego la luz y el agua y lo siguiente es la comida. Tenemos caminar atrás a nivel de urgencia. Lo primero es que todo el mundo tenga ingresos para la garantía alimentaria. Lo segundo con Aguas de Alcalá logramos una tarifa social y se han evitado cortes de agua. También estamos intentando implantar esa tarifa social con las energéticas. Y tercero la oficina de intermediación hipotecaria para evitar los desahucios. A partir de ahí, hay que realizar una transformación social a largo plazo, que hay que empezar desde ya con proyectos de desarrollo comunitario para el Distrito II. En septiembre se va a empezar a trabajar con los más jóvenes, con un impacto social muy grande. Es un cambio progresivo, porque hay que realizar una inversión importante, porque está reconocido como uno de los barrios más vulnerables de Europa. En ese sentido hacen falta ayudas públicas, no sólo recursos económicos, sino también de políticas sociales de desarrollo comunitario en el que también se tenga en cuenta la participación vecinal, que se involucra en su barrio.
Hay que empezar desde ya con proyectos de desarrollo comunitario para el Distrito II
– Hablaba de participación ciudadana, ¿habrá algún referéndum en toda la ciudad?
– La participación social es un proceso pedagógico. Venimos de unas políticas en la que se trataba la participación de una manera clientelar y no tiene nada que ver con eso. Cuando hablas con sociólogos y expertos en participación social, lo que te dicen que primero hay que crear un tejido social. Por eso hemos empezado con pequeñas consultas, muy importantes porque es un cambio, para empezar a tomar responsabilidad sobre lo que es nuestro, sobre lo público. Claro que va a haber consultas vinculantes y estamos trabajando en los presupuestos participativos. Pero tiene que ser pedagógico, para que no se muera en el intento y no se pueda decir que a los vecinos no les importa su ciudad. Eso tiene que ser progresivo.
– ¿Tienen pensada ya alguna consulta vinculante?
– El Plan General de Ordenación Urbana será un gran acto de participación social, que todavía se está definiendo. Los presupuestos participativos estarán en el horizonte y habrá una mayor consulta.
– ¿Están satisfechos con los presupuestos aprobados?
– Si no tuviéramos una deuda con los bancos y no nos hubieran dejado el ayuntamiento desvalijado, sí. Pero ahora hay que hacer frente a unos gastos mayores a los que había que hacer anteriormente y eso limita mucho la política municipal. Pedimos a la Comunidad de Madrid que se involucre con los municipios y con la deuda que han dejado los gobiernos del PP.
– ¿Qué novedad incluye en el área Social en esos presupuestos?
– Tenemos varias partidas para aplicar nuevos proyectos externalizados algunos –porque los servicios sociales se externalizan, no los vamos a privatizar- de desarrollo comunitario, bolsas de subvenciones para entidades, en Juventud habrá también una bolsa de subvenciones, más dinero para emergencia social, una partida para alojamiento social. Se ha aumenta la partida para la oficina de intermediación de la vivienda…
El problema de los desalojos es altísimo, pero la solución está siendo muy positiva
– ¿Se siguen produciendo desalojos en Alcalá?
– De los que llegan a la Oficina de Intermediación y tenemos conocimiento, se está consiguiendo mediar en casi el 100% de los casos y, si no, se da una alternativa habitacional. Hay casos que no nos llegan y en esto la transparencia también es comunicar lo que estás haciendo. Estamos aprendiendo a comunicar lo que se hace. Vengo de una reunión con una familia que estaba contenta porque ha funcionado el circuito. Tenían una cita conmigo por si no funcionaba, pero ya tenían una solución y te produce una sonrisa porque ves que está comenzando a funcionar la rueda. Hay muchas situaciones de desalojos hipotecarios y gente a la que engañan y les alquilan casas que están ocupadas. Hace falta más apoyo, una bolsa de vivienda social mayor que no pueden asumir los municipios y hace falta que la Comunidad de Madrid ponga sus pisos a disposición de los ayuntamientos. El problema es altísimo, pero la solución está siendo muy positiva.
– Tras un año en el Ayuntamiento, ¿pisan la calle igual que antes o están perdiendo el contacto con la calle?
– Piso la calle con más ilusión todavía. Cada día paseo por diferentes sitios para ver cómo está, cómo va la limpieza, hablo con muchos vecinos y la ilusión es mayor porque somos conscientes de lo que podemos llegar a hacer. Quizás pierdes algo en la parcela de la intimidad, pero es algo normal. Pero estamos muy contentos y ahora estamos recibiendo más mensajes positivos. Cuando te paras hablar con la gente, también se sorprenden de que los políticos estén a la calle y hablen con ello. Nosotros recibimos a todos los vecinos y eso te da más seguridad y un apoyo vecinal.
– ¿Se han quitado el sambenito de que Podemos iba a hundir las instituciones?
– Pensé que el sambenito era el de cambiar las cosas y ese le seguimos manteniendo. Venimos a hacer políticas para la gente y espero que ese sambenito no se quite nunca.
– ¿Qué tal la relación con el PSOE en Alcalá, un partido que criticaron mucho en el pasado?
– La crítica a los partidos tradicionales es sobre todo a la forma de hacer política. Demandamos una política que interesen a los vecinos y no una política de despacho donde lo que se discuta no tenga que ver con las necesidades reales. Creo que todos los partidos están cambiando y eso es un éxito que no tiene marcha atrás. En cuanto a la relación con el PSOE, se basa sobre un acuerdo de Gobierno; mientras el acuerdo de 400 medidas avance, nosotros avanzamos. Somos Alcalá es el motor del cambio, tiene una impronta y demuestra que tiene ganas de comerse el mundo y quiere ir muy rápido. Quizás alguien vea en ello un defecto, pero para nosotros es parte de nuestra virtud.
El PSOE de Alcalá bajo las 400 medidas no va a ser casta
– ¿Es el PSOE de Alcalá casta?
– El PSOE de Alcalá bajo las 400 medidas no va a ser casta. La casa es la manera de hacer política, cuando gobiernas para los privilegiados, para las empresas más ricas y se te olvida que a los vecinos te desahucian. Pero cuando el PSOE de Alcalá participa en la apertura de una oficina de intermediación hipotecaria, no es casta.
– ¿Cree que hay que hacer una reorganización de las áreas?, ¿hay algunas áreas que podrían funcionar mejor?
– Creo que hay que hacer una evaluación tranquila y sosegada tras el verano. Hay que ser crítico con uno mismo. Hay cosas en las que podemos mejorar, ya no en áreas o concejales sino de manera general. Tenemos que ver dónde poner más esfuerzo para seguir avanzando.
– ¿Qué tendría que haber ido mejor?
– Creo que los tiempos. Las necesidades son urgentes y la administración es un ente burocrático que se mueve despacio. A veces genera fricciones o frustración y hay que replantearse una hoja de ruta de tiempos realista y comunicársela a los vecinos para que sepan dónde estamos. También creo que tenemos que acelerar en las 400 medidas porque nos gustaría que no se quedara ninguna sin cumplir.
Tenemos que acelerar en las 400 medidas porque nos gustaría que no se quedara ninguna sin cumplir
– Usted que ha participado en muchos movimientos sociales, ¿qué exigiría a los responsables del ayuntamiento si usted no estuviera en el Gobierno?
– Me exigiría a mí mismo. La última en la que estuve fue la asamblea de intervención social en lucha en la que hablábamos en los servicios sociales y estaría dándome caña a mí mismo. Sería muy crítico y me exigiría lo imposible, que es una la única manera de conseguir los objetivos.
– ¿Ahora que está en el Ayuntamiento cree que algunos de los problemas que pedían que se arreglaran desde los movimientos sociales son más difíciles de resolver?
– Al revés se puede conseguir mucho más cosas de las que pensábamos. El potencial es enorme y cada día que pasa estoy más convencido. Me siento muy cómodo porque cuanto más aprendo más veo que se puede hacer. Habrá un cambio progresivo.
– Cambiando de tema a la política nacional, ¿habrá ‘sorpasso’?
– Lo habrá y espero que seamos la primera fuerza del país.
– ¿Cree que afectará en el Ayuntamiento si Podemos es más votado que el PSOE?
– Nos va a afectar, sobre todo, a Podemos, Somos Alcalá y Equo, porque nos vamos a dar cuenta de hasta dónde podemos llegar. Teneos que tener claro que los resultados de los estatales son un objetivo para dentro de tres años, en las elecciones municipales. Va a refrendar nuestro trabajo.
– ¿Quién tiene la culpa de que vayamos a votar el 26-J?
– No sé quién la tiene, pero tengo claro quién no y es Podemos. Vamos a tender la mano a cualquier fuerza política para que haya cambio. En Alcalá, logramos un acuerdo una situación extrapolable a nivel nacional. No podemos cambiar un país si no quieres derogar la reforma laboral o hacer una reforma fiscal. Queremos hacer gobierno después del 26-J.
– ¿Considera que Podemos se está haciendo con la calle y los movimientos asociativos que antes pertenecía al PSOE?
– Según venía hacia la entrevista, un antiguo afiliado del PSOE ha venido para decirme que dónde podía ir para repartir propaganda de Podemos y eso me hace sonreír. Estamos aprendiendo que nos parecemos mucho a la gente que estaba en la base del PSOE porque tenemos los mismos problemas. Hay mucha gente de abajo, que es el eje de la transversalidad, y dentro de la gente de abajo hay mucha gente del PSOE y hasta del PP, que ahora están en Podemos. No sé si hemos ocupado su espacio en la calle, pero sí que nuestro proyecto ilusiona de verdad porque tiene un objetivo concreto que es poner la política al servicio de la ciudadanía.
