la Luna del Henares: 24 horas de información

Siete cosas que debes saber de las cigüeñas en Alcalá de Henares

Siete cosas que debes saber de las cigüeñas en Alcalá de Henares

Hablar de las cigüeñas en Alcalá es hablar de la dama de los cielos complutenses. Forma parte del paisaje, su sonido, sus nidos, sus vuelos. Por eso, el refrán ‘En San Blas, la cigüeña verás’ queda anticuado, al menos mientras el vertedero siga al aire libre (este año debería ser el último). Os contamos algunos aspectos que debes saber de las cigüeñas en Alcalá:

Una población numerosa. Alcalá cuenta con 130 parejas, 11 más que hace un año. La población es el 10% de toda la Comunidad de Madrid.

Alimentación: Buena parte de su alimentación la encuentran en el vertedero de Alcalá, que en principio debería clausurarse en 2018. La facilidad para encontrar alimento durante todo el año hace que las migraciones cada vez sean más cortas o, incluso, que no se produzcan. Algunos creen que Alcalá perderá población de cigüeñas una vez que se cierre, pero el Ayuntamiento ya estudia poner comederos para que no se marchen, ya que es un símbolo de los cielos complutenses.

La abuela de las cigüeñas se llama G18116 y tiene 28 años. Nació en mayo de 1989, fue anillada por el Grupo Dalma en Villaseca de Uceda, en Guadalajara, a 37 kilómetros de Alcalá, según se puede ver en la exposición La Naturaleza en Alcalá, que se puede ver en Santa María La Rica. Ha tenido al menos 39 pollos de cigüeñas.

Una ruta turística. Sus nidos en los edificios históricos de Alcalá ha hecho que se haya creado una ruta turística para conocer más sobre las cigüeñas.

¿Por qué hay tantas cigüeñas en Alcalá? Por la cantidad de edificios en los que pueden anidar y por la facilidad que tienen para encontrar alimentos con el vertedero y la vega del Henares.

Ayuda a las cigüeñas: Alcalá cuida a estas aves, sus nidos y cuando enferman pasan por el ‘hospital’ de Grefa antes de volver a su hábitat.

Un gran Hermano en el Ayuntamiento. Hace unos meses Seo/Bird Life puso una cámara en el reloj del Ayuntamiento, donde existe un nido de cigüeña. Durante estos meses, hemos podido ver cómo crecían los pollos, cómo se alimentaban y cómo aprendían a volar.