la Luna del Henares: 24 horas de información

¡Sal ya! / Por Anabel Poveda

Un mes… un mes y medio a lo sumo… cuenta atrás para recibir a un ser diminuto al que amo antes de nacer.

El pasado 16 de noviembre mi hermano y mi cuñada me hacían el mejor regalo de Navidad, de cumpleaños y de vida… una foto con un predictor metido en el horno que anunciaba que un bollito milimétrico empezaba a cocerse…

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A Náyade no le gustan las fotos

Se me empezaron a caer las lágrimas solas como a los dibujos manga porque los que me conocen saben las ganas que tenía de ser tía (y lo poco que confiaba en que sucediera). Dice un refrán que a «A quien dios no da hijos, el diablo les da sobrinos», y yo llevo invocando al demonio años y años… ¡Gracias Belcebú!

Me parece mucho más que un premio de consolación para los que queriendo ser padres no hemos tenido la oportunidad, porque al fin y al cabo, disfrutaré de lo bueno, la colmaré de mimos, pero no sufriré las noches en vela y los sinsabores de la educación. Es como un hijo sin efectos secundarios ni daños colaterales.

Mi pequeñita del alma se llamará Náyade, una ninfa de la mitología grecolatina que vivía en los ríos, en los lagos y en las fuentes… Muy cool sí. La mía, además, vivirá en el corazón de su tía.

Más de uno dirá ¿Naya qué? Pero es que mi hermano y mi cuñada son muy originales y no querían parecerse a nadie. Los que estén tentados de usar el diminutivo, absténganse que nos han amenazado de muerte si nos da por acortar el nombre.

Foto del día 17-5-17 a las 17.59

Ensayando con Canela

Desde que me enteré de la noticia fantaseo constantemente con mi papel de tía… ensayo cogiendo en brazos a Canela, la acuno cantando, se enfada y me araña y yo la entiendo porque voy a ser una tía muy pesada. Pasar por una tienda con ropa de bebé se ha convertido en sinónimo de morir de amor y querer comprárselo todo. Me imagino eligiendo modelito para mi sobri para sacarla a pasear más bonita que una flor.

Me visualizo babeando y presumiendo de bebé de foto porque las ecografías en blanco y negro pre-nacimiento, ya presagian unos mofletes mordisqueables. Estamos poniendo velas para que salga con ojazos azules y nos saque de pobres a golpe de anuncio de Dodot.

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Gastándome el sueldo en bodies diminutos

Es la primera nieta, la primera sobrina y, por extensión, tendremos que controlar el nivel de mimos y consentimiento, o la niña se nos subirá a la chepa en un año.

Yo sólo sé que cuento los días para ver esa carita, para colmarla de besos y que será, sin duda, el acontecimiento más feliz de este 2017 y el regalo más bonito de mis 40 primaveras. Igual que yo rezo para tenerla a mi vera, mi cuñada y mi hermano rezan para que la niña no empatice de más con la tita Ana y sea igual de petarda que yo… lo van a tener difícil, voy a poner todo de mi parte para que así sea.

Y para no empalagar más ni que os dé una hiperglucemia, terminaré dando las gracias por los mensajes de apoyo y solidaridad que he recibido estos últimos quince días, a raíz de publicar mis problemas inconfesables. No sabía yo que el armario hemorroidal estaba tan lleno de gente de todas las edades… desde luego me he sentido muy acompañada y comprendida. Ánimo compañeros de fatigas y salud para todos.