Se trata de una acción de integración social a través del deporte, colaborando con las que Caritas viene realizando con niños y niñas de la Cañada Real Galiana.
La unión de clubes de rugby Rivas CR-Atlético RC, ha desarrollado en Rivas una acción de integración social a través del deporte, colaborando con las que Caritas viene realizando con niños y niñas de la Cañada Real Galiana. En ella ha participado, entre otros, el alcalaíno Sebastián Rascón, exjugador y muy aficionado al margen de ser el Jefe del Servicio de Arqueología Municipal en Alcalá de Henares.
En las últimas semanas los medios de comunicación se han hecho eco de las dificultades y conflictos de distinto tipo que se están viviendo en esta barriada del sureste de la Comunidad de Madrid, que afecta a tres municipios, Rivas, Madrid y Coslada, y especialmente en el llamado Sector 6. Problemas graves que, como suele ocurrir, afectan muy especialmente a los más jóvenes: niñas y niños que carecen de una visión del mundo más allá de los límites de un deprimidísimo barrio. Para contrarrestar este problema, Cáritas está procurando que puedan conocer una realidad social más amplia que la de su entorno inmediato.
El rugby se caracteriza por ser un deporte de equipo donde se potencian sólidos valores morales y sociales, el compañerismo, el trabajo en equipo, la amistad y el respeto a los compañeros y a los adversarios. Este “deporte de hooligans jugado por caballeros”, según definición atribuida a Winston Churchill, mantiene, incluso después de su profesionalización, valores y pautas de comportamiento que lo habilitan como aglutinador para grupos de población a veces muy dispares entre sí. Grandes estrellas del rugby mundial proceden de entornos sociales muy deprimidos –entre otros, el propio Jonah Lomu, mítico ala de los All Blacks en la década de los 90- y, más modestamente, los clubes del entorno del corredor del Henares, como es el caso de Rivas C.R., procuran apoyar en lo posible estas acciones integradoras.
Durante una hora, en el estadio municipal del Cerro del Telégrafo, 16 chavales de entre 9 y 12 años, y los cuatro monitores de Cáritas, se han divertido con una pequeña iniciación al rugby adecuada a estos segmentos de edad y a las restricciones sanitarias vigentes.
Foto: Antonio Olalla.
