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¿Quién debe pagar el arreglo de las columnas de la Calle Mayor?

¿Quién debe pagar el arreglo de las columnas de la Calle Mayor?

Más de 300 vecinos piden que lo pague el Ayuntamiento. Otros no piensan igual. El debate está encima de la mesa

La polémica está servida. Cada vez son más lo que se suman al debate sobre quien debe pagar la rehabilitación de las columnas de la calle Mayor de Alcalá de Henares. Todo después de que más de 300 vecinos se hayan sumado ya a la petición de la plataforma change.org en la que piden que sea el Ayuntamiento quien lleve a cabo el pago de la rehabilitación.

Los que piden que lo pague el Ayuntamiento:

Según han manifestado varios vecinos a “la luna de alcala. com”, se quejan porque el consistorio  obliga a los vecinos de la calle Mayor a hacerse cargo del coste de la reparación de las columnas de la misma. Las columnas, que pertenecen a la calle porticada más larga de Europa y constituyen parte fundamental del casco histórico, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, “sufren a diario multitud de daños causados por el tránsito de camiones de carga y descarga por la calle (a pesar de ser peatonal), por actos vandálicos e, incluso, por la instalación por parte del Ayuntamiento de elementos de ornamentación o cables para los puestos que se instalan en épocas festivas. No obstante, el consistorio considera que somos los vecinos los que debemos repararlas a nuestra costa argumentando que son de propiedad privada y sin tener en cuenta que, sobre todo, son de utilidad pública”.

Para ellos, el coste de la reparación de cada columna asciende a más de 3.000 euros y se está reclamando por portales, en los que a veces vive una única persona, de edad avanzada y sin apenas recursos económicos.

A su juicio, “la solución sería que el Ayuntamiento destinase fondos públicos, bien de su presupuesto, o bien de cualquier subvención, autonómica, estatal o europea, que existen al efecto de conservar el patrimonio histórico, para sufragar la reparación sin que ello afectase a los vecinos de la calle”.

Los que no están a favor de que lo pague el Ayuntamiento como tal:

Recogemos también opiniones contrarias a que sea el propio consistorio quien deba hacerse cargo del pago como tal. Es el caso del historiador Vicente Fernández, quien acaba de publicar que el debate no tiene razón de ser, ya que en este tema “la normativa general de toda España, no solo de nuestra ciudad, es clara, además hay numerosa jurisprudencia, y el Archivo de la Ciudad esta plagado de documentación sobre el tema”.

El historiador alcalaíno Vicente Fernández en la Calle Mayor.

El historiador alcalaíno Vicente Fernández en la Calle Mayor.

Por si alguien quiere profundizar, a continuación exponemos sus motivos para que juzguen ustedes mismos sobre tal debate:

«Lo mas curiosos del caso, según Fernández, es que todo ha sido generado por una un capitel, y por una columna, que es todo lo que del conjunto de soportales de Alcalá está denunciado en este momento por el Ayuntamiento, y en ambos casos el coste de la obra es a pagar por varios propietarios, puesto que están en la linde de dos fincas, como se puede apreciar en las fotos, con lo cual el precio por propietario es mucho menor, ya que el reparto va en función de los metros cuadrados que ocupen sus propiedades dentro del conjunto de la finca, pero es que, al menos en uno de los casos, la denuncia se inició hace 4 años, o sea que no viene de ahora, entonces ¿ porque se ha generado la polémica en el momento presente? Veamos primero la situación, y luego los casos que se han dado hasta el momento:

Los soportales son una concesión administrativa, según la cual la autoridad local concede al propietario de una casa de una calle concreta la posibilidad de ampliar esta, hacia el exterior y a partir de su fachada, en uno o en varios de los pisos superiores, según el tamaño de la casa, con 3 condiciones:

1ª. Correrá a su costa la ampliación en todos sus aspectos, tanto de los pisos, como de las columnas o pilares que los soportan.

2ª. El propietario deberá abonar una tasa municipal por todos los metros cuadrados que se generen con la ampliación de la edificación en cada uno de los pisos, o sea que tiene que pagar por todos los metros que sobrevuelan sobre la acera.

3ª.Se mantiene la propiedad pública del espacio sobre el que se ha construido, esto es, las aceras, con lo cual el Ayuntamiento tiene perfecto derecho a demoler los soportales en caso de que una nueva ordenanza municipal fuese aprobada en este sentido.

De tal manera que los pilares y las columnas están asentadas sobre suelo publico, pero son de propiedad privada, pues en origen fueron costeadas por el propietario, y como tal elemento constructivo de la casa, su mantenimiento, al igual que el del resto de las casas construidas en España, corresponde enteramente a cada propietario.

De tal manera que a lo largo del tiempo todos los soportales han sido costeados por los propietarios de las casas tanto en el momento de su construcción como en su mantenimiento, siendo siempre cambiados por indicación de las autoridades municipales, que se cuidan mucho del tema, haciendo cambiar tan solo aquella parte de las columnas cuya parte puede suponer un peligro, como se ve en el hecho de que de las columnas cambiadas, en algunas ocasiones ha sido toda ella, en otras tan solo el fuste, o la base, o el capitel, o un trozo, según se puede ver en las fotografías de este reportaje.

Como se puede ver han sido numerosas las columnas cambiadas, en algunas fincas incluso dos, desde la Edad Media hasta el día de hoy, con corporaciones de todo signo político y condición ,y en ningún caso se ha suscitado polémica alguna, puesto que el tema era conocido por todos.

Se ha llegado a dar el caso, como servidumbre publica que es, de eliminar todos los soportales de algunas calles o plazas, perdiendo por tanto los propietarios la parte del edificio que estaba sobre el soportal, por ejemplo, en Alcalá, en el Plan de Urbanismo de 1848, el Ayuntamiento acordó que debían ser eliminados todos los soportales que estuvieran fuera del recinto de la Plaza y de la Calle Mayor, con lo cual en cinco años fueron eliminados los que había en los lados norte y oeste de la Plaza de los Santos Niños, los de la Calle de San Felipe y los de la Calle de San Juan, librándose tan solo uno, el de la Plaza de Santa María la Rica, no he conseguido saber el porque pues su demolición también estaba prevista; pero en Palencia, a principios del siglo XX, el Ayuntamiento acordó la demolición de todos los soportales de uno de los lados de la Calle Mayor, que es el doble de larga que la de Alcalá, y solo ha quedado uno. Ahora todo esto no se hace en ningún sitio, pues los conjuntos históricos están protegidos en su aspecto actual, pero la titularidad publica y privada de las distintas partes de un soportal se mantienen.

El Ayuntamiento de Alcalá hace años procedió tanto a la limpieza general de todas las columnas, como a la colocación de canalones nuevos, hecho este, el de los canalones, que tampoco le corresponde, pero ambas acciones estuvieron bien porque contribuyen al ornato público, pero pedirle otra cosa sería, además de una ilegalidad, un motivo de agravio con respecto a las obras que tiene que realizar cualquier otro ciudadano en sus propiedades.

Sobre este particular se ha planteado que el cambio de columnas se costee con cargo al Presupuesto que dan por ser Patrimonio de la Humanidad, pero lo mas curioso del caso es que esto no pasa de ser una “leyenda urbana”, pues no existe tal presupuesto; la UNESCO tiene una partida, no muy grande, para restauraciones en el Mundo entero, y naturalmente no nos aporta nada a los países ricos, y en los Presupuestos Generales del Estado no hay partida presupuestaria anual alguna para los lugares declarados Patrimonio de la Humanidad, mas allá de que al ser un formidable aval, podamos tener una cierta prioridad, pero para obras concretas, no para obras discrecionales por parte del Ayuntamiento.

Pero puesto que los soportales de nuestra ciudad son una formidable aportación a nuestro Conjunto Histórico, lo mas que podría plantearse la Corporación Municipal sería una rebaja, mayor o menor, dentro de los márgenes legales, con respecto a los derechos a pagar por la realización de obras, y esto si podría suponer una cierta ayuda.

Esta es en conjunto la situación y el porque de los soportales y reparto de los beneficios y cargas, como se puede ver, falta el lugar para la polémica».