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«No se alcanza a ver mejorías en el Distrito II y el deterioro es cada vez mayor»

«No se alcanza a ver mejorías en el Distrito II y el deterioro es cada vez mayor»

Por Óscar Sáez

Jacqueline Trillo es una de las personas más importantes de CAJE, un colectivo fundamental en el Distrito II. Se trata de una de las asociaciones que son el pegamento de un barrio olvidado por unas y otras administraciones que deberían estar más atentos, aunque en las campañas electorales todos vendan soluciones milagrosas. 34 años después del nacimiento, esto es lo que nos cuentan.

– ¿Cómo nació CAJE hace 34 años?

Los 80 fueron años difíciles para los jóvenes en barrios en dificultad. La droga tocó muy de cerca a muchos jóvenes de nuestro distrito y varios educadores de distintas disciplinas decidieron unirse tras un campamento y legalizar una organización que permitiera acercarse a esos jóvenes, crear un clima de confianza, ayudarles en su proceso de desintoxicación, escuchar y formar a sus familias y acompañar a sus hijos pequeños.

Cuando institucionalmente no existían recursos para atención a drogodependientes, los voluntarios de CAJE les acompañaban en su proceso, se coordinaban con todos los agentes sociales de aquel momento para que, al volver, pudieran tener un colchón de apoyo (empleo, familia, ocio…).

CAJE abrió pisos de acogida para menores cuyas familias no podían atender adecuadamente a sus hijos y para menores con problemas de consumo.

Una vez que los recursos se ampliaron  y la administración tomó conciencia de la necesidad de incluirlo dentro de las políticas de Salud y Servicios sociales, CAJE decidió ampliar su actuación a la prevención.

– ¿Qué problemas tenía entonces el Distrito II?

Un distrito con 5 barrios diferenciados, con distinto nivel económico y escaso de alternativas. En dos de estos barrios, la droga se introdujo de una forma muy profunda. El desconocimiento de sus efectos era total y la caída en cadena provocó que una generación del barrio quedara muy tocada en todos los sentidos. Y no sólo la droga, sino viviendas realojadas de otras zonas del Estado con el consiguiente desarraigo, barrios con carencias estructurales, alto índice de desempleo, escasa formación.

– ¿Cómo ha ido evolucionando el barrio?

Evidentemente, hay cosas que han mejorado. Se ha dotado de servicios básicos. El número de centros escolares, centros de salud, servicios culturales son los mismos que desde los años 90, adaptados a las situaciones vitales de lxs vecinxs, pero no hay ofertas de ocio. Los centros escolares necesitan mayor personal especializado y de apoyo para atender adecuadamente toda la diversidad.

Estructuralmente, el Polígono Puerta de Madrid no ha recibido apenas mejoras. Estas viviendas han dejado de ser de población realojada. Muchos de ellos han abandonado ya el barrio y los alquileres bajos en relación a otras partes de la ciudad, facilitan que las habite un alto índice de población migrante.

Los espacios comunes están abandonados, el solado de toda la barriada no se repara, el estado de limpieza es escaso. Todo esto hace que se provoque también desidia vecinal, sensación de estar abandonados, de ser los últimos, de creerse los últimos.

– ¿Cuáles son los problemas que sufre hoy el Distrito II?

Sigue existiendo un alto nivel de desempleo provocado por el fracaso escolar, baja formación profesional. Los colegios tienen mucha población infantil vulnerable. Es un distrito con escasas alternativas de ocio, educativas, de apoyo a las familias.

Existe un gran desconocimiento de los pocos recursos existentes. Los que existen no se utilizan ni se rentabilizan (biblioteca) y cuando en una misma familia se aglutinan problemas como desempleo, dificultades de aprendizaje, viviendas en malas condiciones, economía precaria y alimentación escasa la previsión de superar estas limitaciones es escasa.

– ¿Cómo se cubre el vacío que deja el alma mater Juanillo?

Al principio con mucha tristeza. Hubo quiénes manifestaron que pensaban que nadie retomaría CAJE. El equipo se resintió, pero creemos que el ideario de CAJE y los pasos dados por Juan y el equipo hasta ese momento nos dieron las fuerzas necesarias para seguir, porque consideramos que era no había otra opción discutible. Ahora se están viendo los efectos de su trabajo, de su idea de coordinación, de su utopía de convivencia vecinal.

Siempre creyó  que la participación ciudadana, junto a un amplio conocimiento social desde la base permitirían logros. Logros que para nosotros son celebrables como que algunas de mujeres migrantes representen a CAJE en el Consejo de Igualdad, que niñxs del barrio participen en el Consejo Municipal de Infancia y que adolescentes hayan analizado en el Congreso de los Diputados la política de infancia o sean capaces de entrevistar a la Alta comisionado de Naciones Unidas contra la violencia infantil o  a la Ministra.

Las familias CAJE recuerdan siempre a Juanillo y el equipo mantiene las bases de lo que él forjó durante años. Recordar su ausencia con su “presencia” en todas las actividades CAJE nos permite sentir satisfacción.

La solución es un compromiso municipal con el mantenimiento aquí, como en otras zonas de la ciudad

¿Cuántas han pasado por CAJE?

Aproximadamente 900 voluntarios, alrededor de 30 premonitores. Cada año, durante 34,  se suman a las actividades 120 niños y unas 55 familias. En las acciones formativas que impartimos en coordinación con la Escuela de la C.M. han pasado cerca de 600 personas.

¿No creen que cubren un espacio que deberían realizar las administraciones?

En parte, lo creemos y por eso, parte de nuestra labor es intervenir y no dejar abandonadas a las personas y otra parte de nuestro trabajo es reivindicar y exigir que se cumplan los derechos básicos.

Hay una parte que ofrece el mundo asociativo de cercanía, de confianza, de apoyo, de arraigo  que difícilmente se daría desde lo institucional.

¿Es el Distrito II el gran olvidado de los distintos Gobiernos de Alcalá?

Es uno de ellos junto a Espartales. No se alcanza a ver mejorías y el deterioro es cada vez mayor. Zonas comunes abandonadas, poco cuidadas que además hacen que se genere una cultura del descuido. Cuando la gente vivencia ese abandono como habitual, como algo normal, genera también inferioridad. Aún no vemos llegar los fondos Edusi de los que se han hablado en las últimas legislaturas como si fuera la única solución. La solución es un compromiso municipal con el mantenimiento aquí, como en otras zonas de la ciudad.

A los políticos les pediría que estudiaran medidas de consenso para la mejora de la ciudad y no gastaran tiempo en discutir emponzoñándose

Si fuera alcaldesa por un día, ¿cómo mejoraría la vida del barrio?

Ya lo fui de forma testimonial y pediría casi lo mismo. Coordinar fuerzas. En el barrio hay muchos profesionales y voluntarios que conocen lo que pasa en profundidad. Hacer y dejar hacer con recursos.

CAJE lleva 34 años, las asociaciones de vecinos tb. Larga vida, Ampas. Lo que se debe hacer en el  barrio no es un lavado de cara, es un plan a largo plazo.

Es fácil, pero también estaría muy pendiente de los casos de abandono escolar, poniendo medidas de forma inmediata. Ampliaría la oferta educativa, tal y como se hizo al principio de implantar la jornada contínua en educación. La oferta para las familias de actividades educativas, de ocio, de deporte, de cultura ayudaba a nivelar las diferencias. La ausencia de esta oferta extraescolar junto a una crisis pronunciada, escasez de recursos familiares hace que niñxs y jóvenes tengan un futuro más difícil que el del resto de los jóvenes de la ciudad.

A los políticos les pediría que estudiaran medidas de consenso para la mejora de la ciudad y no gastaran tiempo en discutir emponzoñándose . El objetivo común es una ciudad vivible con todxs y para todxs y no una ciudad lastrada y ralentizada por posturas opuestas.

– ¿Qué necesita CAJE para hacer mejor su labor?

Que se crea en nuestro trabajo, por los efectos positivos que crea en una población tan diversa.  No solo reconocimiento de palabra, sino de tener un peso social. Evidentemente aún hay una distancia muy grande entre el apoyo total y tampoco queremos ser funcionarios.

Trabajar de lunes a sábado ofreciendo a 200 personas  refuerzo educativo, deportes, clases de español y árabe, ocio educativo, escuela de familias requiere de un esfuerzo muy grande de personas motivadas, que se forman, que se comprometen y que se implican.

La estabilidad de este proyecto garantizaría un éxito mayor. Todo lo que hacemos en octubre de 2018 es por un empeño especial de CAJE. Si hubiera recursos económicos para mantener y mejorar actividades y apoyar la coordinación con personal ayudaría a que CAJE fuera aún más referente en el barrio.