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Medicina Nuclear del Hospital de Alcalá hizo más de 1.800 exploraciones en su primer año de funcionamiento

El Servicio de Medicina Nuclear del Hospital Universitario Príncipe de Asturias de Alcalá de Henares ha realizado un total de 1.875 exploraciones en su primer año de funcionamiento en el centro. La mayoría de esas exploraciones han sido gammagrafías óseas –un total de 838- que permiten detectar de forma cada vez más temprana las metástasis y así guiar al especialista hasta el mejor tratamiento posible.

El Servicio de Medicina Nuclear abrió sus puertas en el HUPA a principios de febrero de 2016. Su puesta en marcha, según explica el responsable del Servicio, Bernard Theillac, ha servido para introducir en el centro (los pacientes de esta área se tenían que trasladar a Madrid para hacer estas pruebas) esta «rama de diagnóstico y en ciertos casos de tratamiento de última línea en enfermedades oncológicas para detectar algunas células cancerosas y determinados tejidos vivos que otro tipo de pruebas no detectan». También puede utilizarse en casos de fiebre de origen desconocido.

Tratamiento no invasivo y más personalizado
Se trata de «tratamientos no invasivos y también más personalizados». Cada vez hay mejores herramientas, sostiene Theillac, para guiar a los especialistas «a tratamientos con menores efectos secundarios». «Inyectamos –explica Theillac- al paciente una sustancia que tiene una afinidad para ciertos órganos (huesos, cerebro, riñones…) y a partir de ahí se obtiene la imagen de esa parte del cuerpo que nos interesa y que sirve para resolver muchos casos no resueltos».

El equipo de Medicina Nuclear del centro alcalaíno está compuesto, aparte de este facultativo especialista en Medicina Nuclear, por un radiofísico, un técnico y una enfermera. El aparato principal de este Servicio situado en la planta sótano del hospital es una gammacámara. En este dispositivo es en el que se realizan las exploraciones morfofuncionales: pruebas de tiroides (231 exploraciones en 2016) y la detección del ganglio centinela, característico del cáncer de mama. En el servicio de Medicina Nuclear del HUPA han hecho en este periodo 101 exploraciones para detectarlo. Estas pruebas permiten localizar los ganglios donde el cirujano realizará posteriormente la biopsia. Con ella disminuye la necesidad de linfadenectomía (o vaciamiento axilar) y por ello su morbilidad (alteraciones en la sensibilidad y movilidad del brazo, dolor y linfedema).

La Medicina Nuclear suele estar ubicada en hospitales de alta complejidad y es un Servicio Central (al igual que Anatomía Patológica o Radiología) y como tal apoya a los servicios clínicos que lo requieren con fines diagnósticos. En el caso del HUPA, está próximo por su ubicación al Servicio de Radiología. Al igual que éste, utiliza las propiedades de la radiación como fines de diagnóstico y tratamiento.