Con menos público de lo habitual por culpa de la lluvia y el frío, pero aún así, hubo presencia de numerosos participantes en esta nueva etapa del Camino de Cervantes. Este domingo, turno para el Ayuntamiento de Meco que acogía la meta de una etapa que tenía salida en Camarma de Esteruelas. En total, 7 kilómetros de una dificultad baja, ya que de lo que se trata es de fomentar el deporte y los hábitos saludables.
Organizado por el Hospital de Torrejón y con la colaboración de numerosos Ayuntamientos de la zona, el Camino de Cervantes pretende fomentar esos hábitos saludables con una caminata cada quince días. Además, médicos y expertos en salud colaboran con charlas informativas. En esta ocasión, en la salida de Camarma de Esteruelas se repartieron 1.500 chapas de la Miastenia Gravis para los caminantes. El objetivo era repartir información de esta enfermedad a la llegada en el sellado de pasaportes para conocer mejor esta dolencia. Además, se organizó una mesa informativa de AMES la Asociación de la Miastenia Gravis para conocer más y mejor esta enfermedad.
Asimismo, pacientes de este colectivo leyeron escenas del Quijote y se repartieron sopas de ajo para amenizar la llegada de la ruta. Y todo, amenizado con una gran batukada como vemos en la fotografía superior.
