Diez equipos y unos cien deportistas participaron en el torneo nocturno organizado por el CD Iplacea en la Noche de Halloween, cuyo objetivo es recuperar una tradicional actividad del balonmano alcalaíno.
Las normas del balonmano pista fueron modificadas para adaptar las dimensiones del terreno de juego al ancho del campo y el número de jugadores a este espacio, reduciéndolos a cinco en juego. ¿El resultado? Un tremendo dinamismo y un alto porcentaje de éxito en el lanzamiento, debido a la reducción de las dimensiones de las áreas. La dificultades para los porteros que asombraron con sorprendentes intervenciones.
Los encuentros comenzaron a las 20 horas, alargándose la competición hasta las 2 de la madrugada tras la final y la entrega del trofeo al campeón, que no fue otro que el conjunto de Veteranos Iplacea, que hicieron bueno el tan manido ‘el que tuvo, retuvo’.
A pesar de enfrentarse a conjuntos más jóvenes, contaron por victorias sus enfrentamientos, teniendo a su favor los cortos tiempos de juego, pues el aspecto físico sumaba en su contra. En la final superaron, no sin dificultad a Iplacea 2, conjunto conformado por jugadores del equipo senior del CD Iplacea.
La jornada no estuvo exenta de momentos de relax. La caracterización de los capitanes, haciendo alusión a la festividad del día, y el concurso de lanzamiento tras varias vueltas alrededor de un cono hicieron las delicias de los cerca de doscientos noctámbulos espectadores. A la postre una experiencia alabada por los participantes y asistentes, que a buen seguro se repetirá en futuras ediciones.
