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Malditos parques de cemento / Por Emilio Sánchez

Hace pocos días paseaba con mi perro Nacho por el río Henares. Nos acercamos a la ribera bajando las escaleras que están a espaldas del Colegio Iplacea. Justo ahí se reúnen los patos, donde el arroyo se une al río. Una hilera de piedras situada en ese lugar permite acceder a la Isla del Colegio sin mojarte los pies. Como tantas otras veces, subimos por ahí para alargar el paseo.

Es un espacio verde y agradable, como tantas otras zonas del Henares. Seguimos caminando en dirección contraria al curso del agua (hacia El Val) hasta que, tras subir una colina, se hizo visible en todo su horrible esplendor el Recinto Ferial de la Isla del Colegio. No descubro nada nuevo, pero nunca sobra recordarlo: es uno de los peores golpes bajos que jamás ha recibido el patrimonio natural de Alcalá de Henares.

Río Henares

Nació con la oposición frontal de los ecologistas y de la oposición, en medio de un enrevesado proceso judicial. Sea como sea, la única realidad que importa hoy en día es la siguiente: en el que podría ser un maravilloso parque natural que abraza al río hay toneladas de cemento y arena. Y muchísima mierda.

«¿Y si no, dónde habríamos puesto las Ferias?», se preguntarán algunos. Para meterlas aún más en el río, que se hubieran quedado donde estaban (a los vecinos les molestan igual). O que las hubieran mandado a cualquiera de los barrios nuevos. Con haber instalado los puentes y no segar el verdor habría sido suficiente. Con unos cuantos bancos, columpios y, si acaso, porterías, habría bastado.

FERIAL

Pero no. Había que gastar lo tuyo, lo mío y lo de todos mis compañeros en una explanada desértica que solo sirve para acoger la farra complutense una vez al año. La manía de crear parques que abofetean al entorno se mantiene. El parque del Camarmilla también ha sido criticado por vecinos y ecologistas. Eso sí, está muy lejos de resultar tan doloroso para la vista como el infame Recinto Ferial.

Y hablando de parques, termino con un deseo utópico. ¿Os imagináis que la fábrica cerrada de Roca desde hace años se convierte en una inmensa extensión del Parque O’Donnell? No soy el primero que lo plantea, ni el último que lo hará. Por acuerdo del Pleno Municipal, esos terrenos no se convertirán en pisos. O llega un nuevo proyecto industrial –sí, claro- o el ayuntamiento se hace con el suelo. El alcalde que apunte ese tanto…

Emilio Sánchez es periodista