*Esther B. Soto
Estamos en un mes en el que se realizan muchos actos para visibilizar el grave problema que viven las mujeres que sufren maltrato por parte de sus parejas. Siempre he condenado este tipo de agresiones y lo seguiré haciendo, pero también condeno cuando es una mujer la que mata a un hombre. Aunque de este asunto no se pueden encontrar estadísticas, el INE no las recoge. No neguemos la realidad, también hay chicos que son asesinados por sus novias o mujeres. También hay madres que matan a sus hijos, y abuelos y abuelas que mueren dentro del ámbito familiar. Aunque en los medios de comunicación no les dedican tanto tiempo y atención.
Si nos ponemos ya a hablar de maltrato psicológico ahí sí que nos olvidamos del sexo. Mujeres y hombres tienen igual capacidad para destrozar y controlar a su pareja. Y todos conocemos casos.
Todavía recuerdo cuando trabajé atendiendo el teléfono de atención del Instituto de la Mujer hará unos 15 años. Algunas llamadas eran para grabarlas y retratar a más de una. Pero sobre todo me impactaban las que llamaban en nombre de algún hermano, amigo, primo… y me preguntaban “¿dónde pueden atenderle? Está sufriendo maltrato por parte de su pareja” y tocaba decirle “lo siento, no hay un servicio de este tipo para los hombres, sólo para las mujeres”.
Con esto no pretendo defender ni condenar a nadie, simplemente, como mujer me parece aberrante por ejemplo, la convocatoria que me ha llegado esta semana desde el Ayuntamiento de San Fernando de Henares. Este consistorio apoya una charla denominada “Custodia compartida impuesta, otra forma de violencia hacia las mujeres”. ¡Basta ya de ser egocéntricas! Les guste o no, un hijo nace con su madre y con su padre y tiene Derecho a su mamá y a su papá. No porque haya un divorcio hay que privarle de uno de ellos, más del 90% de las veces de su padre. Y ya el colmo es que centren este tema en lugar de en el MENOR, que lo siento, señoras, es el IMPORTANTE en un divorcio, lo centren en lo que sufre, o puede sufrir la mujer. Como diría mi abuela, aquí la mezcla de churras con merinas se les ha ido de las manos a estas llamadas “mujeres juristas”.
Que no vengan a darme lecciones de nada porque soy hija de padres separados y charlas como ésta sólo fomentan lo que a ellas como abogadas les interesa, y es la conflictividad entre las parejas cuando se separan porque claro, eso es dinero en juicios. Que un padre quiera ver a su hijo la mitad del tiempo no es un maltrato hacia nadie, es como digo, un Derecho de ese hijo. Llamar a eso “maltrato hacia las mujeres” es un juego turbio y muy retorcido.
Pero la utilización para todo, que es lo que estamos viendo, de la llamada “violencia machista” ha llegado también a los atentados de París. Este fin de semana leíamos en twitter a Laura Freixas, presidenta de una asociación feminista que decía: “Horrorizada por esta nueva muestra de violencia masculina #JeSuisParis “ Para esta señora los asesinos eran machistas… Creo que su comentario la desacredita y sólo es una muestra más de cómo intenta meterse en la cabeza de la sociedad que el hombre es malo por naturaleza. El hombre de sexo masculino. Quizás tendría que leer más sobre quiénes están reclutando a otras mujeres para unirse a la Yihad.
Espero que sean pocas las mujeres que piensan así, porque ya se me puso el bello de punta cuando vi en la manifestación del pasado 7N a una joven que portaba un cartel en el que se leía “Ante la duda, yo la viuda”. Claro que esas jóvenes y no tan jóvenes atacaron y agredieron a un grupo también de féminas que osaron llevar una pancarta que ponía “La violencia no tiene género”.
Lo que tengo claro y he visto en todos estos años es que los ayuntamientos reciben mucho dinero para planes de igualdad, y dan mucho dinero a asociaciones de mujeres. No quiero pensar que quizá por eso les interesa seguir victimizándonos a nosotras y criminalizando a los hombres. No me gustaría que mis hijas, crecieran en una sociedad que el mensaje que intenta transmitirles es que los chicos son asesinos en potencia y que nunca deben de fiarse de ninguno, o que ellas tienen el poder para destrozarles la vida y quitarles a los hijos si un día se separan. Apuesto por la IGUALDAD, pero la real.
*Esther B. Soto es periodista
