Más de una década después de que la Universidad de Alcalá se hiciera con los Cuarteles del Príncipe y de Lepanto, propiedad desde hace más de medio siglo del Ministerio de Defensa, está a punto de culminar la transformación universitaria de los 43.000 metros cuadrados de lo que eran las dependencias militares. Las instalaciones, vacías desde hacía algunos lustros, se han llenado de vida universitaria, han revitalizado la Plaza de San Diego, que se ha convertido, junto con la reapertura del hotel Bedel y hostel Complutum, en un lugar de referencia en el Casco Histórico de Alcalá de Henares. Estos son algunos de los proyectos que han resucitado los Cuarteles:
La gran biblioteca
Pese a la crisis económica, la Universidad de Alcalá sacó adelante primero el gran Centro de Recursos para el Aprendizaje y la Investigación (CRAI) de la Universidad, una moderna biblioteca con una capacidad para 1.200 estudiantes, cientos de miles de libros, y con recursos tecnológicos de última generación, así como con una accesibilidad universal durante 24 horas cada uno de los 365 días del año.
Museo Iberoamericano
Posteriormente, inauguró el Museo de Arte Iberoamericano, que contará con dos grandes espacios conjuntos pero autónomos y que se ampliará en las próximas semanas. Los más de 1.300 metros cuadrados estarán distribuidos en dos salas: la colección más antigua se nutre con las piezas del Museo Luis González Robles y de la colección de José Félix Llopis.
La residencia de estudiantes
Y este mes abrió sus puertas la residencia de estudiantes Lope de Vega, con la que la Universidad de Alcalá gana casi 500 plazas para potenciar su política de internalización y los intercambios, una excelente noticia para el cierre del mandato del rector Fernando Galván.
Un auditorio para congresos
Galván también anunció estos días que las obras del auditorio, que ocupará más de 6.000 metros cuadrados, comenzarán en las próximas semanas con el objetivo de estar terminado a principios de 2019. Este espacio, que será financiado por los entes dependientes de la UAH (Fundación y Alcalingua), estará distribuido en tres plantas y comprenderá una sala de usos múltiples con capacidad para más de 400 personas, además de una veintena de salas pequeñas dedicadas a la docencia.
Un jardín que comunica la calle Azucena y la Plaza de San Diego
Otro de los proyectos que quedan pendientes es el jardín que permitirá comunicar la calle Azucena con la Plaza de San Diego, una nueva vía de comunicación que hará más transitable el Casco Histórico, por una zona hasta entonces reservada sólo a los militares.
Un 25% pendiente del nuevo equipo rectoral
Pese a todos estos proyectos, todavía quedan por dotar más de 10.000 metros cuadrados, un 25% aproximadamente de los antiguos Cuarteles. Siempre se ha hablado de que podría tener cabida una pequeña zona comercial y de hostelería para dar servicio a las nuevas dependencias. «Pero eso no me corresponde a mí decidirlo, los proyectos que pueda haber a partir de marzo del año que viene queda para la reflexión de la comunidad universitaria”, afirmó Galván hace unas semanas.