Fotos Rubén Gámez / Óscar Sáez
La niebla ha tomado Alcalá de Henares, que la ha convertido en Londres. Costaba ver las torres de la Magistral o Santa María y desde cierta distancia apenas se distinguía la fachada de la Cisneriana.
La neblina también dificultaba la visión de Cervantes en la Plaza y la luna mantenía el pulso por dejarse ver, aunque no siempre con éxito.