Imagínense querer coger un tren y no poder hacerlo porque la estación no está adaptada. Sí. La estación de Alcalá sigue sin rampas en pleno Siglo XXI. Imagínense sólo querer pasar por una acera cuando un árbol gigante o una farola te lo impide. Así, día tras día. Semana tras semana. Es la complicada rutina de David Riaño, un joven alcalaíno que lucha por poder hacer la ciudad en la que reside más accesible.
No es un problema de políticos, de partidos, de instituciones…es algo más. Pasan legislaturas, y la estación de Renfe sigue sin accesibles. Pasan años de gobierno de unos y otros, y esas mismas aceras tienen bordillos y no rampas. Así es imposible hacerle su vida mejor (foto inferior estas pasadas navidades con su cámara en la Plaza de los Santos Niños de Alcalá de Henares).
Por eso, David, con la ayuda adELA, la Asociación Española de ELA, acaba de empezar una aventura para visitar instituciones, partidos políticos, medios de comunicación y todo lo que esté en su mano para que, al menos, le oigan y sepan cual es su problema y cómo se puede mejorar el día a día para personas que diariamente sufren su infierno.
LA VIDA LE DIO UN GIRÓ CUANDO LE DIAGNOSTICARON ELA
Hace 10 años, la vida de David Riaño dio un giro de 360 grados cuando le dijeron que tenían ELA, Esclerosis Lateral Amiotrófica. Sin rendirse ni un solo día, David continúa celebrando la vida con sus seres queridos y disfrutando de sus pasiones, una de ellas el agua. De hecho, se ha propuesto un reto denominado “7 lagos, 7 vidas”, donde recorrerá Europa en furgoneta junto a unos amigos para bañarse en los 7 lagos más bonitos del continente europeo. “Para mí el agua es vida, me aporta libertad porque puedo andar, girarme, relajarme…”, afirma David. Imagen inferior interior del Polideportivo de Espartales que sí está adaptado para su baño.
Tras pasar una gran parte de su vida en Torrejón de Ardoz, David se matriculó en la carrera de Ciencias Ambientales en el Campus Politécnico de Alcalá, llegando a ser el número 1 de su promoción. Esto le permitió obtener una beca de investigación en Estados Unidos. Acostumbrado a un país donde hay una conciencia social sobre las personas con discapacidad y las barreras arquitectónicas, David se ha llevado un contraste muy fuerte a su vuelta a la ciudad complutense.
“Creo que, además de los recursos, la conciencia en Estados Unidos es muy distinta a la nuestra. Mucha gente piensa que las personas con discapacidad tienen que quedarse en casa sin hacer nada. A mí me encanta salir a tomar algo con mis amigos, dar un paseo o ir a nadar, pero salir por la puerta de casa es una aventura porque la ciudad no está preparada” (foto inferior intentando pasear por una acera junto a la Catedral).
Unas aventuras que, en muchas ocasiones, están cargadas de peligrosidad. “Yo vivo cerca de la hípica y, por ejemplo, bajar al centro me resulta muy complicado porque hay bastantes escalones por el camino que no puedo sortear. El otro día estaba en el campus de la Universidad con unos amigos y luego tenía que bajarme al pabellón de Espartales para ir a nadar. Yo pensé que por cercanía y por las características de la zona (donde predominan las avenidas amplias) no tendría mucho problema. Me acompañaron unos amigos y al llegar a la rotonda que hay antes del pabellón, no podíamos cruzar y tuvimos que ir parando coches para que nos dejasen pasar”, nos cuenta David.
En cuanto a las infraestructuras complutenses relacionadas con el transporte público, la historia no mejora. “Los trenes de Renfe que pasan cada 2 horas y son accesibles, en Alcalá no los puedo coger porque la estación no es accesible para gente con silla de ruedas. Por su parte, La Garena, El Soto del Henares y Torrejón sí lo son”.
No es necesario irse a la estación para encontrarse con un bordillo, u otra barrera, que no se pueda rebasar con silla de ruedas, basta con darnos un paseo por el casco histórico, como ocurre en la entrada principal del Ayuntamiento y la Magistral. Ambas, inaccesibles. Esta reivindicación no es cuestión de ideologías o partidos, es una cuestión de conciencia social. Como reconoce David, “la sensibilidad hacia personas con capacidades diversas no tiene partido político. Antes el PP y ahora el PSOE y Somos Alcalá, no han hecho nada. A los políticos lo único que les importa es salir elegidos, el resto les da igual. Es una falta general de educación por parte de la población. Torrejón, que no es una ciudad Patrimonio de la Humanidad, es muchísimo más accesible que Alcalá”.
Desde la Luna de Alcalá seguiremos su reto para intentar que las barreras se rompan. Su videos se puede ver en Vimeo: David sobre su reto “7 lagos, 7 vidas”, desde una perspectiva vital y musical. Cabe destacar, que la banda sonora del documental estará compuesta por el grupo complutense Contrabandeando. Una vez más, la música como banda sonora de los momentos importantes de la vida (foto superior con familiares y amigos en la Plaza de Cervantes).
Informan: Saúl Quijada / Raúl Pacheco
