la Luna del Henares: 24 horas de información

¿Grave agresión patrimonial al Cuartel de Lepanto?

¿Grave agresión patrimonial al Cuartel de Lepanto?

El Grupo en Defensa del Patrimonio Complutense ha denunciado que las obras para convertir el Cuartel de Lepanto en una residencia universitaria están provocando «graves alteraciones en el edificio, más que todas las sufridas en su azaroso siglo y medio de vida». En su opinión, son unas «lesivas actuaciones que cuentan con el beneplácito del Ayuntamiento de Alcalá de Henares y la Comunidad de Madrid».

En su opinión, no se están respetando «los valores históricos y arquitectónicos» después de que «de manera sorpresiva», se hayan rasgado «los vanos semiesféricos (varios termales), usando maquinaria pesada, transformándolos en enormes ventanales, destruyendo buena parte de sus fachadas».

El Grupo en Defensa del Patrimonio Complutense lamentó que el Ayuntamiento de Alcalá diera el visto bueno a la obra, que «cuenta con sus permisos y parabienes, así como los de la Comisión de Patrimonio, en la que participa la Comunidad de Madrid».

Por su parte, desde la Universidad de Alcalá aseguraron a La Luna de Alcalá, que «el proyecto de las obras cumple rigurosamente con los criterios legales y de protección patrimonial, y permitirán disponer de unas infraestructuras que dinamicen la vida cultural de la ciudad y mejoren su potencial turístico». (ASÍ SERÁ LA RESIDENCIA DE ESTUDIANTES).

Piden la inmediata reposición de los vanos originales

«Si esta destrucción es permisible, ¿se podrán abrir ahora miradores de vidrio en la fachada del Colegio Mayor de San Ildefonso?, ¿se podrán sustituir las rejas del Colegio de Málaga por barrotes de aluminio lacado en blanco? Si los criterios de Ayuntamiento y Comisión de Patrimonio son tan laxos, quizá para no perder un buen inversor, ¿qué más barreras estarán dispuestos a transgredir?», afirman en la nota que han enviado a los medios de comunicación en la que solicitan «la inmediata reposición de los vanos originales del Cuartel de Lepanto».

«Por supuesto, aceptamos que los expertos asesoren acerca de aspectos técnicos que se escapan al común de los mortales (cálculo de cargas, estructuras, materiales…). Pero, si hablamos de la preservación o alteración estética de un inmueble patrimonio de todos, modificando su originalidad, los rasgos que le dan naturaleza e identidad, consideramos que todos los complutenses deberíamos tener opinión y poder de decisión», añaden.