Dentro del Encuentro Deporte Cultura en Alcalá donde participan entre otros el filósofo José Antonio Marina o Iñaki de Miguel.
La Universidad de Alcalá sigue teniendo ese espíritu crítico y de defensa por las Humanidades, por eso es bueno que siga en esa línea. Esa es la defensa que ha hecho de la Universidad el escritor Juan Manuel de Prada tras asegurar que «No corren buenos tiempos para las Humanidades».
Eso es precisamente lo que ha defendido durante su intervención en una de las muchas ponencias que tienen lugar esta semana en el Colegio Mayor de San Ildefonso dentro del Encuentro Deporte Cultura Alcalá, que tiene como objetivo impulsar una educación creativa con el dibujo, la educación física y la música en el epicentro de un nuevo sistema.
El Encuentro que se desarrolla hasta este miércoles día 24 en el Salón de Actos, incluye conferencias, mesas redondas, debates y actuaciones musicales y está dividido en tres temáticas: una primera, bajo el título ‘Impulsando una educación creativa. La universialidad de la música’, que tendrá lugar el día 23, una segunda, sobre ‘ Integración del talento, metodología creativa. La trasversalidad del dibujo’, el día 24, y la última, sobre ‘El poder de la imaginación y la inteligencia emocional. La transmisión de valores en la educación física’, el 25.
Todo el programa completo lo puedes ver AQUÍ. Finaliza el jueves 25 de enero.
El filósofo José Antonio Marina, el compositor, intérprete y productor musical Juan Antonio Simarro, el escritor Juan Manuel de Prada y el exdeportista olímpico y presidente de la Asociación Deporte y Cultura Solidarios Iñaki de Miguel son algunos de los participantes. Precisamente Juan Manuel De Prada hablaba con La Luna de Alcalá para reivindicar la importancia de la cultura y de la universidad.
De hecho, de Prada ya había venido a Alcalá en alguna ocasión y se había documentado entre otros libros para su éxito «El Castillo de Diamante» (Espasa), donde rivalizaban dos mujeres -Ana de Mendoza, princesa de Éboli, y santa Teresa de Jesús- quienes en su obra sostienen una batalla sin cuartel y se abren paso, cada una a su manera, en un mundo que pretende aplastarlas. No hay que olvidar que Santa Teresa estuvo en Alcalá y que la Princesa de Eboli también se casó en la ciudad complutense.
