Miles de personas acudieron a la Huerta a ver la primera entrega del Don Juan
El Don Juan es un seguro de éxito. Aunque el texto es el mismo de todos los años y muchos podrían recitarlo casi de memoria, aunque se conoce la introducción, el nudo y el desenlace, aunque a todo eso es conocido, una vez más miles de personas acudieron a la Huerta del Obispo a ver en directo el Don Juan en Alcalá. Toda una experiencia para los actores y toda una religión para los alcalaínos, una obra de teatro como si fuera un concierto de U2 o de los Rolling.
Y no defraudó. Ginés García Millán volvió a estar soberbio en la interpretación. Como hace doce años. En una puesta en escena sobria, pero elegante, que regresó al romanticismo del siglo XIX, el Don Juan fue una fuerza contenida, un canalla derrotado por la pureza de la dulce Myriam Gallego. Ni rastro de la Lucrecia de Águila Roja en la candidez de Doña Inés.
Las lágrimas de Ginés García Millán en una escena del diván sin beso marcó un antes y un después. Hubo sofá, pero quién quiere diván cuando está el suelo. Pero no haremos de spoiler, porque este sábado hay una segunda sesión a las 20 horas. No lo dudes, lo vas a disfrutar.
