El alcalaíno Juan Carlos Pedraza pasará a la historia del Atlético de Madrid. No sólo como jugador -jugó en el club seis temporadas-, sino también como el último futbolista que marcó un gol en el estadio Vicente Calderón, en un partido que juntó a históricos del club colchonero contra el equipo de Scholas Occurrentes. El resultado fue lo de menos. Lo de más, los 9 goles, cuatro para los nuestros (Fernando Torres, Pedro, de penalti, Alejandro Sánchez y Pedraza) y cinco para los ‘visitantes’ (Caniggia, Higuita, de penalti, Yarmolenko, Cuahtemoc Blanco y Román).
Cuatro alcalaínos entre los atléticos
El club se trasladará a la Peineta, al Wanda Metropolitano, y este domingo se disputó el partido de leyendas para poner el punto final deportivo al campo de la ribera del Manzanares. Además de Pedraza, que marcó con el 7 a la espalda el último gol, otros tres futbolistas alcalaínos participaron en el último partido del Calderón. Gabi Moya, Antonio Acosta y Manolo Alfaro disputaron un encuentro que quedará en la memoria del aficionado rojiblanco.
«Me quedo con el gol, con el recuerdo de tantos compañeros a los que he podido ver. Mi mejor recuerdo en el Atlético ha sido este”, confesó a Mundo Deportivo. «Fue impresionante ver el Calderón lleno. No es lo mismo verlo así en la grada que en el campo. En nuestra etapa el Calderón tenía una capacidad de 70.000 espectadores. Para saber qué se siente hay que ser del Atleti. Si no lo eres, no podrás saber lo que sentimos la gente del Atleti», explicó.
La escuela de la RSD Alcalá y el speaker Dany Sánchez
Además, otro alcalaíno, Dany Sánchez, fue una vez más la voz del Calderón, amenizando el encuentro. Y un equipo de la cantera de la RSD Alcalá también fue protagonita. El Alevín rojillo disputó un partidillo en el descanso del encuentro de leyendas por el que pasaron entre otros Fernando Torres, Pantic, Forlán y muchos más en el equipo local, y Ronaldinho o Seedorf en el rival escogido para la ocasión.
De entre todos, Pedraza siempre quedará en el recuerdo de ser el futbolista que perforó por última vez las redes de las porterías de un estadio que últimamente ha recuperado la emoción por ganar.
