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De Alcalá a…la Duna de Pilat

De Alcalá a…la Duna de Pilat

Por S.F. Soñando por el mundo

Desde hace ya unos cuantos años, nuestras escapadas viajeras han sido francesas por la cercanía, la comodidad de poder ir desde España con nuestro propio coche, viajar con la casa a cuestas sin tener problemas con la facturación, pero sobre todo, por los maravillosos rincones secretos que guarda. No deja de sorprenderme cómo siendo nuestros vecinos, es para nosotros, saliendo de los destinos más turísticos, una gran desconocida. Nuestro primer destino francés en familia  fue el Perigord, casi casi por casualidad. Alguien me lo recomendó, y un par de artículos y una guía de viaje fueron dando forma a una escapada perfecta en quince días para hacer con una niña de 3 y una de 5 años un recorrido apasionante por sus pueblos. A la vuelta, una amiga que vive en País Vasco, me preguntó si no habíamos subido hasta la Duna. La duna distaba 180 kilómetros Bergerac, el que fue nuestro campamento base en Perigord, sin embargo, aquel destino quedó rondándome por la cabeza.

Yo había oído hablar de la Gran Duna, había visto alguna foto, ya sabéis lo que tiene siempre estar curioseando entre los foros viajeros, pero nunca había pensado realmente en visitarla. Tres veranos nos separarían aun de hacerlo, pero el verano pasado 2017, de subida a la Bretaña Francesa, nuestra parada era ya necesaria.

Tengo que reconocer, que mi chico y yo habíamos sido unos amantes del turismo urbano. Antes si pensaba en un destino, me atraían ciudades culturalmente importantes, con museos, monumentos que visitar, mil rincones que recorrer; pero desde que tenemos a las niñas, nuestro concepto de viajar ha cambiado notablemente. Ahora los destinos de naturaleza nos encantan. Huimos de grandes masificaciones o ciudades donde no exista la temporada baja, los parques y jardines botánicos, ahora una puesta de sol, un paseo tranquilo, respirar en un bosque o subir una duna donde poder “hacer la croqueta” nos parecen unos buenos planes, y a ellas más.

¿Qué decir de la Duna? Es absolutamente impresionante. Cuando fuimos a Túnez, una amiga me habló del desierto, me comentó la sensación envolvente y mágica de estar en él. A mí antes de aquel viaje, me pareció un tanto exagerado, pero una vez allí, sentí lo que mi amiga quería decirme. ¿A quién no le enamora el desierto? Pues con la duna sucede lo mismo.

Sus cifras hablan por sí solas, y lo que en ella se experimenta, bien merece por sí mismo una visita. La duna recibe varios nombres, la duna de Pyla, la duna de Pilet, la duna de Pilá. Es la duna más grande de Europa.  Se calcula que tiene acumuladas más de 60 millones de m3 de arena fina. Ocupa 2,7 km de costa con una extensión de 87 hectáreas de superficie. 110 metros de altura. Es el segundo lugar natural más visitado de Francia, después de Saint Michelle.

Algunos datos para la visita

Ubicación y distancias

La duna se encuentra en el Parque Natural de las Landas de Gascuña en la bahía de Arcachón.

  • Por la A63 se encuentra a dos escasas horas de la frontera con España.
  • A tan solo 55 minutos de Burdeos.
  • Junto a Sanguinet y Biscarrosse, en el corazón de las Landas, en plena naturaleza salvaje.

Acceso y parking

La duna cuenta con su propia web donde se os detalla como poder llegar y con toda la info que podáis  necesitar. No voy a aburriros con todos los datos: https://www.dunedupilat.com/es/c%C3%B3mo-llegar-1/

Solo quería comentaros, que el acceso es gratuito. No existe horario ni recorrido a seguir, se puede hacer completamente por libre. Sin embargo, el parking sí que se paga. El parking es bastante amplio, pero la duna es muy visitada. Se recomienda madrugar, para disfrutar la duna lo más tranquilamente posible, y coger el parking lo más cercano a la duna. El parking la primera media hora es gratuito, pero no es tiempo suficiente para realizar la visita. Si superamos esa media hora, como es de esperar, la tarifa es de 2h 4€ y 4 h 6€. Pagar el parking es comodísimo, junto a unos cajeros automáticos al lado de la oficina de turismo, el pago con tarjeta de crédito, más fácil imposible.

Algunos foros recomiendan otros aparcamientos para evitar pagar el parking. Están más alejados y el acceso a la duna por esos otros parkings es más complicado. Mucho ojo con las multas, en las inmediaciones muchos dejan el coche en los laterales de la carretera y se arriesgan.

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Datos interesantes

En la entrada al parque hay una oficina de información, donde el personal es superamable, te dan información de la fauna y flora del área, sugerencias de la visita y otras visitas para completar en función de tus intereses y tus necesidades. No hablan en español, al menos cuando nosotros fuimos, pero en medio en inglés se puede perfectamente entenderse,  facilitan mucho la comunicación y proporcionan documentación en español. Al aire libre hay una serie de juegos para los niños, como las tres en raya tamaño grande, mientras tú recoges información, ellos estarán entretenidos.

Justo a la entrada del parking hay unos aseos públicos gratuitos y en buenas condiciones. Se recomienda llevar agua, la subida la requiere aun haciéndola a través de la escalera. También se recomienda protección solar, la brisa arriba y la absorción de la luz por el blanco de la arena te pueden jugar una mala pasada.

Desde abril a noviembre montan una escalera con 160 escalones para facilitar su ascenso, y creerme si os digo que el ascenso solo por la duna es mucho más costoso.

Una vez arriba, la sensación es única. Combinación perfecta de cielo, arena, mar y pinos. Los cielos sobre la duna son increíbles. Para los niños es una aventura en toda regla: poder hacer la croqueta, saltar y deslizarse por la arena, y la bajada, imprescindible a pie, más divertido aun.

En temporada alta, montan unas terracitas y chiringuitos de recuerdos, helados y granizados, si las fuerzas no te llegan, podrás reponerte, eso sí, a precio de temporada alta. Aunque también existen fuentes donde recargar tus botellas de agua.

En muchos sitios desaconsejan la visita en verano por el calor y por el elevado número de visitantes. Nosotros fuimos en el mes de agosto, y como siempre solo un consejo: madruga. No hablamos de estar al amanecer, pero el ascenso se hace mejor sin las horas centrales de calor. Cualquier época del año será buena para su visita.

En próximas entradas os iremos contando un montón de cosas superútiles para vuestros viajes: ideas para viajar a Francia, escapada a Burdeos, Las Landas y la Bahía de Arcachón, Planes en familia en tierras de nuestros vecinos… Si mientras queréis plantearnos cualquier duda o pregunta que os surja, no dudéis en contactar con nosotros: sporelmundo@gmail.com

Os contestaremos lo antes posible!! Y mientras, nunca os olvidéis de seguir soñando por el mundo.