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Curiosidades de Alcalá: la olvidada y denostada «Doctora de Alcalá»

Curiosidades de Alcalá: la olvidada y denostada «Doctora de Alcalá»

Con solo 17 años fue la primera mujer en España que ostentó un doctorado universitario. En un momento de crisis donde los sanitarios se vuelven héroes, recuperamos la historia de la Doctora de Alcalá, de la mano de María Jesús Vázquez Madruga, historiadora, escritora alcalaína, y heroína de su época.

Doña Mª Isidra Quintina de Guzmán y de la Cerda, doctorada en la universidad de Alcalá de Henares en 1785.

Olvidada porque sólo unos pocos saben algo o han oído hablar de ella. 

Denostada porque la mayoría de los que han hablado o escrito sobre nuestra doctora, menosprecian totalmente su hazaña.

Porque lo fue en un mundo de hombres, cuando las mujeres tenían prohibida la universidad, ella lo consiguió.


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Hasta ahora, el único libro-biografía sobre Mª Isidra fue el que escribí hace años y que publicó el Ayuntamiento de nuestra ciudad, fruto de más de dos años de investigación por multitud de archivos y ciudades, además de la prensa de su época. Ese libro, al ser edición local y reducida, ha llegado a pocos y también pocos han sido los verdaderamente interesados en averiguar la verdad sobre ella y su doctorado.

Sin embargo, y a pesar de su desconocimiento, han minimizado e incluso eliminado todo el mérito de aquella joven que consiguió ser examinada, como todos los que se examinaban de doctorado, oral y públicamente en esta universidad.

Incluso muchos se equivocan al hablar del Colegio Mayor de San Ildefonso, hoy Rectorado, al decir que se doctoró allí. No es cierto. Por esas fechas, la universidad estaba en obras, y ocupaba el edificio que había sido de los jesuitas, hoy facultad de derecho, en cuya abarrotada iglesia –hoy parroquia de Santa María- se examinó.

Fachada de la Universidad de Alcalá

También está mal la fecha de su doctorado, pintada en el pasillo alto interior del edificio del Paraninfo, 1803. No. Esa es la fecha de su fallecimiento. Cansada de decírselo a las autoridades universitarias, nunca han rectificado. Total nadie lo ve, porque está prohibido subir. Hasta en eso está relegada al olvido. 

¿Que era hija de marqueses? Sí. ¿Que por eso le dieron el título, prácticamente regalado? No.

¿Quién podía acceder en aquella época a la cultura? Está claro que los que no tenían que partirse el lomo para poder comer. Y en eso, Mª Isidra sí fue favorecida por su nacimiento.

Pero como mujer joven -18 años- ante la prohibición de su entrada en cualquier universidad, hubo de pedir permiso al Rey. Y como desde niña era conocida por sus conocimientos, el Rey concede el permiso. Esta es la verdad. Como verdad es, que el día anterior se sortearon los temas que le tocaron, que expuso y contestó tanto en latín como en castellano, italiano o francés, dejando a todos admirados.

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El doctorado en Filosofía y Letras Humanas fue el colofón de su trayectoria, a pesar de su juventud. Porque Mª Isidra también abrió caminos en las Sociedades de Amigos del País, tan comunes en la época. Fue la primera en entrar en la Matritense y tras ella, muchas otras que no lo habían conseguido, como Josefa Amar y Borbón. Y también fue la primera y única durante mucho, mucho tiempo, en entrar en la Real Academia de la Lengua Española, si bien como socia de honor, porque como mujer también tenía prohibida su participación activa y todo esto, con 17 y 18 años.

Fue la primera de nuestra Historia y aún tendrían que pasar muchos años para que otras mujeres lo consiguieran.

El desconocimiento es padre de la osadía, del ataque fácil y, desde luego, sin fundamento ni base alguna.

Por todo ello, debe ocupar el sitio que se merece en la Historia no sólo de Alcalá, sino de España.

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Copia del cuadro de Joaquín Inza, cuyo original continúa en la Complutense de Madrid.

M. J. VÁZQUEZ MADRUGA., Doña María Isidra Quintina de Guzmán y de la Cerda. La Doctora de Alcalá. Biografía. Ayuntamiento de Alcalá de Henares. Centro Asesor de la Mujer, 1999.