Eligieron vivir encerradas y ahora aportan su granito de arena para ayudarnos a superar la cuarentena provocada por la coronavirus. Algunas llevan 60 y 70 años en clausura. También ellas extreman las medidas de seguridad estos días.
Mariuca lleva 20 años en este Convento. Es de las más jóvenes (foto inferior). A su lado, hay hermanas que llevan hasta 70 años encerradas. Hablamos con ella vía telemática. De hecho, ha tenido que buscar un hueco porque casi no tiene tiempo. Deben cuidarse unas a las otras y hay muchas que ya son muy mayores. Aunque sea de forma virtual, entramos en el Convento femenino Franciscano de San Juan de la Penitencia, «las clarisas» lo que los alcalaínos conocen como «Las Juanas».
Justo cuando sabemos que estaremos, al menos, un mes en cuarentena por el coronavirus, Mariuca se convierte en la voz de todas las hermanas del Convento. Hoy nos vuelven a atender como ya lo hicieron participando en el documental «Expediente Cisneros» que ahora hemos reestrenado por si no lo viste en su momento.
P- ¿CÓMO SE PUEDE AGUANTAR ENCERRADAS TANTOS AÑOS?
R- «Mucha gente nos pregunta cómo podemos estar encerradas tanto tiempo. Porque es verdad que para nosotras el “confinamiento” no ha supuesto un cambio de vida como al resto de la sociedad. Nosotras estamos acostumbradas a salir solo para lo imprescindible: médicos, farmacias, compras, banco…
Hay una gran diferencia y es que nosotras hemos elegido esta opción de vida y ahora para todos es una obligación. Yo llevo veinte años en el convento, pero otras llevan 40, 50, 60, 70… años y en su mayoría casi sin salir (foto inferior del interior del Convento)».
«No es tan difícil. Jugamos con una ventaja que es nuestra fe y nuestra vocación. Nuestro día a día está marcado por la oración. Dedicamos mucho tiempo a rezar juntas o a estar a solas con Dios y eso nos da fuerza suficiente para seguir adelante. De nuestra oración sacamos la energía para sostener los sufrimientos del mundo y presentárselos al Señor. Porque Dios no nos manda una pandemia, Dios nos acompaña en esta adversidad».
P- ¿Y LA CONVIVENCIA…CÓMO LA LLEVAN?
«Nos preguntan muchos ¿y la convivencia? Todos los días juntas en un recinto cerrado. Pues tampoco es tan difícil, solo se trata de respetarnos en nuestras diferencias. Y cuando surgen los conflictos (que por supuesto surgen) se pueden solucionar, con un poco de paciencia por parte de cada una y cediendo por un lado o por el otro.
Pero os puedo asegurar que cada día nos acostamos con la sensación de que no nos ha dado tiempo a todo lo que queríamos realizar. Que siempre nos falta tiempo para un montón de cosas».
P- ¿CÓMO ESTÁN VIVIENDO ESTA SITUACIÓN EXCEPCIONAL EN ESTADO DE ALARMA Y CUARENTENA?
«Esta situación la estamos viviendo con atención y esperanza. Atentas a todo lo que ocurre a nuestro alrededor, a tantas personas que están sufriendo, atentas a las indicaciones de las autoridades. Y con esperanza porque sabemos que esto se acabará y saldremos reforzados de la crisis.
En la Iglesia católica, este tiempo antes de la Semana Santa, se llama Cuaresma, y es un tiempo en el que nosotras lo reservamos para más oración y silencio, sin apenas contacto con el exterior. Pero en estas circunstancias estamos viviendo una Cuaresma muy distinta, pues la gente nos llama más para pedir oraciones, nosotras preguntamos más a todos los que conocemos, especialmente a las personas en riesgo. Gracias a las comunicaciones, nuestros amigos y conocidos no se acercan al torno como antes, sino que utilizan el teléfono o el correo electrónico».
P- ¿QUÉ HAN HECHO PARA PROTEGERSE?
«Seguimos las indicaciones sanitarias. Hemos puesto varios dispensadores de hidroalcohol por varios sitios del convento. Nos lavamos continuamente las manos. Usamos pañuelos de papel. Si salimos llevamos mascarilla. Extremamos la limpieza…
Entre nosotras guardamos la distancia recomendada. Al tener espacios amplios podemos comer juntas pero con un metro de distancia. Los que conocéis nuestra preciosa iglesia, sabéis que es grande, así que también cuando rezamos lo hacemos separadas por una distancia prudencial.
Cuando alguien llega al torno, también hay una distancia de más de un metro. Toda precaución es poca.
Tenemos un lema que hemos puesto en varios carteles: Miedo no, precaución sí».
«Echamos mucho de menos el poder compartir la Misa dominical con nuestros feligreses. Cada domingo viene un grupito de personas a las que hemos ido cogiendo mucho cariño y de algunos no sabemos nada. Nos gustaría que se pusieran en contacto con nosotras para saber que todos están bien.
También echamos de menos las visitas al museo. Tenemos una iglesia preciosa, digna de ver (foto superior). Y un museo con objetos que tienen una historia muy especial. Nos gusta compartir lo que tenemos con nuestros conciudadanos. Cuando pase todo esto se reanudarán las visitas.
Hace unos meses comenzamos a vender por el torno manualidades que hacen las hermanas (iconos, objetos de ganchillo o punto de cruz, ropa de bebé…). Ahora la venta se ha parado, aunque seguimos haciendo algunos encargos que teníamos de antes. Pero también lo reanudaremos cuando todo esto acabe».
P – ¿ QUÉ CONSEJOS NOS PUEDEN DAR PARA AGUANTAR MEJOR ESTA CUARENTENA?
«Aconsejan no cambiar rutinas, yo diría más bien que sería organizarse cada día. Ponerse algún tipo de horario según las circunstancias de cada cual para no caer en la tentación de tirarse en el sofá con el mando a distancia y abandonarse.
Organizar un horario en que entre un poquito de todo: ejercicio, juegos, lectura, conversación…
Sería bueno recuperar juegos en familia, tanto para niños, adolescentes, adultos o mayores. Casi todos los que tienen ahora niños pequeños, han jugado al “Monopoly, Tragabolas, Hundir la flota…”, y más de uno tendrá esos juegos en el maletero ¿qué tal si los enseñáis a vuestros hijos?
Si son más mayores se puede recuperar juegos de cartas que te ocupan horas».
Foto Archivo con la estatua original de Cisneros, fundador del Convento,en el interior del mismo.
«Por supuesto se puede recuperar la lectura personal, pero también en familia.
¿Por qué no leer algo que pueda servir para todos y comentarlo? En el caso de los creyentes, se puede hacer una lectura del Evangelio del día y comentarlo.
Y aconsejo reservarse unos minutos al día para estar solo. No estamos acostumbrados a la meditación, y es fundamental. Es bueno estar con uno mismo, conocernos mejor, escuchar nuestro corazón y nuestra mente. Si se hace silencio con uno mismo, se entra en contacto con el universo entero.
¿QUÉ MENSAJE FINAL NOS DARÍA HERMANA?
Invito a meditar sobre esta situación. Tanto hacer daño a la naturaleza, tanto llevarnos mal entre los humanos, que esto tenía que ocurrir. La naturaleza se ha revelado en forma de virus, para que nos demos cuenta que la forma de vida que lleva esta sociedad del bienestar tiene que dar un giro. Se puede ser feliz con un buen nivel de vida, pero siempre que sea de calidad, de calidad humana.
Tened presentes que estamos aquí para sosteneros.
Santa Clara, nuestra fundadora, rezó en el siglo XIII, para que su pueblo se salvara de la invasión de los sarracenos.
Nosotras, las clarisas del siglo XXI, oramos para que nuestro pueblo se salve del enemigo que ahora es un virus.
Apoyamos a todos los colectivos que están dando su vida para ayudar a toda la sociedad».
Juntos seremos fuertes y venceremos.
LAS HERMANAS CLARISAS, EN EL DOCUMENTAL «EXPEDIENTE CISNEROS»
Las hermanas Clarisas del Convento de San Juan de la Penitencia ya nos abrieron excepcionalmente su clausura con motivo del Año Cisneros ya que su fundador fue el Cardenal. Estrenado en el Teatro Cervantes de Alcalá y emitido en Castilla y León TV (RTCYL), las hermanas quisieron participar en el documental «Expediente Cisneros» que ahora hemos reestrenado por si no lo viste en su momento. Una oportunidad de conocer muchos secretos. ¿Por qué nunca hicieron Santo ni a Cisneros ni a la Reina Isabel La Católica? ¿Qué documento se esconde en el Archivo Secreto del Vaticano». DALE AL PLAY!
Un reportaje de RAÚL PACHECO
