¿Cansado?, ¿fatigado?, ¿no tienes ganas de nada? La astenia primaveral, que puede llegar a afectar un 40% de la población, no es una enfermedad médica y los que la padecen no deberían medicarse. Así lo afirma el profesor de Psiquiatría y Psicología Médica de la Universidad de Alcalá, Guillermo Lahera, que rompe con el mito sobre depresión y primavera.
Según Lahera se trata de una dolencia, no una enfermedad médica, leve y transitoria, que se marcha como llega y que no debería tratarse con medicación. El profesor de la Universidad de Alcalá afirma que la astenia primaveral es como el síndrome postvacacional: es transitorio y se debe a las dificultades que tienen las personas a adaptarse a los cambios. La medicación, afirma, «no va a generar mayor salud o más satisfacción para el paciente».
La astenia suele durar entre quince días y tres semanas y se produce al principio de la primavera «porque los ritmos biológicos cambian y a algunas personas les cuesta más adaptarse a los cambios de luz, de temperatura y humedad en la transición del invierno y la primavera», señala Lahera, que afirma que no hay que confundir la astenia con la depresión, que padece en torno al 10% de la población. Según Lahera, la incidencia de la depresión aumenta en invierno, no en primavera, que está más relacionada con el trastorno bipilar, como el otoño.
Este experto de la UAH aconseja para prevenir y paliar sus efectos, una dieta variada, hacer ejercicio al aire libre, que proporciona contacto con la luz solar, y una vida con horarios estructurados y rica en relaciones.
