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Miss Caffeina: “La música es nuestro proyecto de vida”

Por Saúl Quijada

El viernes 5 y el sábado 6 de mayo, Miss Caffeina estará presentando las canciones de su álbum “Detroit” en la sala Green de Alcalá.  

Se llaman Miss Caffeina como la canción de Buenas noches Rose, su último disco se titula Detroit como la ciudad americana que ascendió y cayó en picado en cuestión de años y vuelan como las grandes bandas sobre los escenarios principales de nuestra geografía. Antes de aterrizar dos noches en Alcalá, hablamos con el cantante Alberto Jiménez para que nos cuente cómo serán los conciertos de este fin de semana.

¿Cómo se afrontan dos conciertos en la misma ciudad?

Estamos muy ilusionados porque no esperábamos repetir y lo hemos conseguido. Además, volvemos a casa a dormir así que el plan perfecto.

¿Van a ser conciertos distintos a los del resto de la gira o mantenéis el guión?

Será un formato electro-acústico con alguna guitarra eléctrica y sintetizador. Por lo tanto, no es un show eléctrico como el que podemos hacer en un festival.

Llegáis a la cuna de Cervantes.

Pues es la primera vez que vamos a Alcalá y estamos muy expectantes con la acogida del público y de la ciudad. Era una de las ciudades destacadas de esta gira.

“Detroit”, vuestro último álbum, tiene un mensaje claro de mirar hacia delante, levantarse cuando se ha tocado fondo y dar carpetazo al pasado.

Esa era la idea que queríamos transmitir sin llegar a ser muy nostálgicos. Tenemos que seguir con la idea de que somos una banda nueva para que el miedo no nos frene, y si un día nos apetece grabar un disco con un sonio distinto a los anteriores que lo hagamos de manera convencida.

¿Es el disco que más se aproxima a la música que os gusta?

Ahora mismo sí. Cada vez que escribes un disco es el reflejo de lo que estás escuchando, lo que te apetece hacer y lo que te sale. Este trabajado nos ha permitido montar una gira más enérgica y divertida porque antes pecábamos un poco de cortavenas.

Al contrario que en “Imposibilidad Del Fenómeno” donde las guitarras eran las protagonistas del sonido, en esta ocasión habéis reducido guitarras para incluir más sintetizadores.

Es verdad que cuando estábamos en el estudio si un sintetizador le venía mejor a la canción no teníamos miedo de meterlo. Las guitarras suenan menos pero tienen un papel fundamental en el sonido del disco. Hemos disfrutado mucho probando distintos trajes para las canciones y, al final, creo que el resultado ha sido muy bueno.

¿Cómo afectó al grupo todo el desgaste de la gira anterior?

Por suerte, lo supimos coger a tiempo y nos dimos cuenta que no podíamos seguir forzando la máquina alargando más la gira. Decidimos parar un año, que parece mucho tiempo pero en realidad no es nada, y creo que ese tiempo nos permitió volver a  enchufarnos y a conectarnos con la ilusión del primer día. Si los proyectos se alargan demasiado al final terminan quemándote.

¿Qué ha cambiado en el grupo para que no se repitan los errores?

La principal diferencia es que todos, menos Sergio que sigue dedicándose a su otra pasión que es la Ciencia, hemos dejado de trabajar para dedicarnos a la música. Obtener un equilibrio  entre vida familiar y vida de carretera es fundamental.

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Vuestro proyecto de vida es la música.

Exacto. Estamos a muerte con el proyecto.

En las entrevistas soléis recalcar los conceptos; autocríticos y perfeccionistas.

Son dos elementos claves en cualquier carrera. Quizá, no disfrutamos las cosas al 100% pero nos permite ser objetivos y sinceros con nuestro trabajo. Cuando las cosas empiezan a funcionar la gente se acerca para decirte lo bien que lo haces y es muy fácil endiosarte, pero es fundamental que los compañeros de siempre te frenen.

¿Qué personas externas a la banda son las encargadas de deciros que aflojéis?

Nosotros tenemos una empresa y somos nuestros propios jefes. Nos conocemos desde hace once años y tenemos la confianza suficiente para hablar las cosas y decirnos los fallos y los aciertos. Todos tenemos claro que lo importante es lo cotidiano, desconectar y no saturarnos.

 Después de muchos conciertos, camerinos, reuniones, comidas y dolores de cabeza, ¿habéis llegado a comprender la industria musical?

No te creas. El problema es que es una negociación permanente donde las dos partes van cediendo. Nosotros pertenecemos a una gran discográfica y estamos muy contentos porque nos han tratado genial. Hay cosas que nos gustan más y otras menos, pero es algo que ocurre siempre.

¿A qué os habéis aferrado para llegar hasta aquí?

Creo que es una cuestión de resistencia. Al principio, todos los grupos pecamos de sonar a los grupos que nos gustan. Escucho el primer disco de Miss Caffeina y veo que nos dejábamos llevar por lo que molaba en ese momento pero, poco a poco, nos hemos ido quitando capas haciendo lo que nos apetecía.