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¿Llegaremos a ser pensionistas como nuestros padres? / Por Víctor Alonso

¿Llegaremos a ser pensionistas como nuestros padres? / Por Víctor Alonso

De lo seguro e improbable

Si por cada vez que un cliente me ha planteado eso de… ¿Crees Víctor que a los de mi edad nos quedará algo de pensión? me hubieran dado un euro, le aseguro yo a usted que me está leyendo, que podría invitarle a comer. Bien además. (Y sería un placer, dicho sea de paso). Sigamos suponiendo, que eso es gratis, y digamos que me hubieran dado otro euro (ya son dos) por cada vez que cualquiera de esos clientes se ha auto respondido  de inmediato y sin darme opción alguna: “Nada. No va a haber nada para nosotros” Ahí ya hablaríamos de un restaurante de prestigio y de un menú degustación. Ante andanadas de “optimismo” de ese calibre, y de otras por el estilo, mi respuesta es y ha sido siempre la misma: “Sí. Claro que sí. Categóricamente sí ¿Cómo no va haber pensiones? ¿Para qué estamos cotizamos entonces?” Pensiones sí, sin duda. .

pen2Ahora bien, si me salgo con la mía, —si mi “sí” prevalece en la conversación—, toca estar preparado para la siguiente pregunta, que no se hará esperar, porque es ahí donde está el meollo de la cuestión. El intríngulis que diría el otro. ¿Cuánta pensión? La respuesta también es obvia. Menos. Bastante menos.

Dar explicación a ese “menos” requiere conocer algunos datos y un análisis de la situación. Para ello, miremos hacia fuera, a nuestros vecinos, a Europa. España ha sido, de los países de su entorno, el que mayor tasa de sustitución ha tenido en los últimos años. ¿Qué significa esto? Aplicado a los pensionistas, la primera “nómina” cobrada por un jubilado podría alcanzar en torno al 80% de la cuantía del último sueldo que percibió cuando trabajaba. Una merma en sus ingresos del 20%. Inaceptable para la mayoría. Asumible para casi todos. Pues bien, en un país modélico en materia de previsión como es Holanda, nos encontramos con una tasa de sustitución media del 30%. La pensión que cobrará del estado un jubilado holandés es inferior a la tercera parte de su último sueldo. Y no es ni mucho menos el caso más desfavorable en la zona euro. En Holanda, esta situación es contrarrestada mediante la contratación de sistemas de ahorro privados y personales, de los cuales nos ocuparemos en otra ocasión. Asumamos, y mejor antes que después, que en España caminamos inexorablemente hacia ese 30%. Y el Gobierno ya lo ha dispuesto todo para que recorramos ese camino en los próximos años. Existe un plan para reformar las pensiones y ya se está aplicando. Las leyes se hacen para cumplirlas. Las consecuencias de su aplicación son varias y todas repercuten negativamente en la pensión que cobraremos. A grandes rasgos, tres son las “novedades” que aporta esta nueva ley de pensiones:

  1. Para calcular la cuantía de la pensión a partir de ahora se considerarán hasta los veinticinco últimos años de nuestra vida laboral, y no quince como hasta ahora. La pensión es una media de las bases de cotización de cada uno de los años que se tomen en consideración. Si consideramos más años y más lejanos en el tiempo, la media bajará.
  2. Una vez calculada la pensión, se le aplicará un factor corrector que dependerá de la evolución de la esperanza de vida. Cuanto mayor sea esta, —que es lo que todos queremos y de hecho así ocurre—, mas negativamente influirá en la cuantía. ‘No hay bien que por mal no venga’.
  3. La revalorización anual de las pensiones ya no depende solamente del IPC, sino que también lo hará de otros factores. Por ley, la revalorización será como mínimo del 0,25%. Como consecuencia, las pensiones crecerán todos los años, sí, pero a un ritmo muy inferior a la subida del coste de la vida. Una pensión aparentemente aceptable, dejará de serlo en diez años ya que se quedará estancada tras un crecimiento continuado casi imperceptible.

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¿No suena muy bien, verdad? Pues ahí lo tiene. Estos son muy a grandes rasgos las modificaciones que aplica la nueva ley al cálculo de nuestra pensión, y que ya vemos que no solo va a ser menor, sino que a duras penas crecerá con el tiempo. Y seguramente no puede ser de otra manera. No hay más cantidad de dinero para repartir, pero sí tenemos más años entre los que repartirlo. Sólo cabe repartirlo más despacio. La persona que se jubila hoy emprende un periodo de su vida que muy probablemente suponga casi la cuarta parte del total de su existencia. Periodo este en el que no aportará nada a las arcas del Estado, más bien al contrario. Nos jubilaremos y seremos pensionistas, como lo son nuestros padres, respondiendo así a la pregunta que encabeza este artículo, pero el Estado nos proporcionará unos ingresos que en ningún caso nos permitirán mantener el nivel de vida que hemos alcanzado durante nuestra vida laboral. Cobraremos una pensión que constituirá sólo una parte de nuestro saldo disponible a final de mes, y muy probablemente esa parte ni siquiera sea la principal. Como en el caso antes mencionado de Holanda, sólo a través de los instrumentos que nos brindan las compañías de seguros y en menor medida los bancos, (planes de jubilación, planes de pensiones en sus diversas modalidades, seguros de ahorro…) un trabajador con más de treinta años de vida laboral podrá plantearse tener una jubilación con un nivel de vida acorde con sus expectativas e ilusiones.

Muchos son los motivos que explican esa actual situación de declive del sistema de pensiones, y mucho se podría decir de cuál es su origen y como combatirlo, pero lo cierto es que ante una situación con repercusiones globales impuesta por unas circunstancias que escapan a nuestro control, solo cabe la aplicación desde ya de medidas individuales, analizadas y adaptadas a cada ‘individuo’ y a su situación personal y laboral.

No es alarmismo ni pesimismo. Es la realidad. Después de leer este artículo ya no podrá decir que no le avisaron, que no lo vio venir. Si no toma usted medidas y decisiones…

Será usted pensionista, sí, como lo es su padre, pero no igual que él.

Víctor Alonso Ramos, asesor independiente especialista en ahorro, inversión y seguros personales

victoralora@gmail.com   @victoralora73