La Orquesta Ciudad de Alcalá, veinte años después de su creación, presenta para esta temporada importantes novedades, que incluyen la creación del Coro de la OCA y el Ciclo de Conciertos de Cámara “Ciudad de Alcalá”.
Con el inicio de la nueva temporada, en el año en que se cumple el XX Aniversario de la creación de la Orquesta Ciudad de Alcalá, hemos querido conocer de boca de su presidente, Óscar Ayala, el balance y los proyectos inmediatos de una de las instituciones artísticas más prestigiosas de nuestra ciudad.
– Para celebrar las dos décadas, la OCA ha elegido el lema “20 años… y cientos de sueños cumplidos”. ¿Qué sueños son esos?
– Fundamentalmente, haber convertido lo que empezó siendo una aventura de un grupo de familias para que sus hijos tocaran en escenarios reales en una institución imprescindible en nuestro entorno. Hoy la OCA, de una u otra forma, es la orquesta titular de Alcalá de Henares y seguramente, junto a la Universidad, la embajadora más ágil y el valor más seguro de la ciudad en el exterior.
– ¿Y cómo se consigue eso? ¿Ha cambiado mucho la estructura inicial o ha perdido parte de ese espíritu aventurero inicial?
– Al contrario. Sorprendentemente sigue manteniendo esa chispa, esa independencia institucional, porque pertenece a todos y cada uno de nuestros socios. Cierto es que se han hecho necesarias herramientas de coordinación y gestión de una estructura que hoy es infinitamente mayor y por tanto más compleja. Eso es lo maravilloso: encontrar el equilibrio entre un espíritu participativo, asociativo, que se da hacia dentro, y la calidad artística y la profesionalidad en nuestras producciones, que es lo que va a percibir el público.
– ¿Estructura mayor y más compleja? ¿En qué consiste?
– La Orquesta se convirtió en una Fundación. El Patronato de la misma ampara dos líneas: la Orquesta Sinfónica, que tiene un director titular (Vicente Ariño), y las JOCCA, que tiene otro director (Radu Stan). La Orquesta Sinfónica, por ejemplo, aparte de sus citas extraordinarias tiene cuatro conciertos de temporada en la ciudad integradas en la programación del Ayuntamiento, a los que se suman otras citas ya clásicas. No obstante, de ella dependen una serie de agrupaciones (cámara, sinfonieta, ensembles, etc.) que también tienen presencia en nuestra ciudad.
– ¿Por ejemplo?
– Me van a echar la bronca por anunciarlo ya, pero entiendo que un periodista busca novedades… En fin. Pues por ejemplo, la OCA va ser la protagonista de un ciclo de siete conciertos con el nombre de “Ciclo de Cámara Ciudad de Alcalá” que se va a organizar conjuntamente con la Universidad de Alcalá en su Aula de Música. Uno al mes durante el período escolar. Creo que es una excelente noticia para la programación musical de una ciudad patrimonio y universitaria, que está casi obligada a mantener una programación cultural estable y de calidad.
– Por lo que veo, las relaciones institucionales van bien.
– Sí. Progresan adecuadamente. Con la Universidad se ha suscrito un convenio marco que incluye este ciclo y algunos otros asuntos. En cuanto al Ayuntamiento, si es cierto que la actual corporación nos ha retirado el convenio que se había mantenido durante muchos años (confío que de forma circunstancial, pues la fuerza de la razón demanda que nuestra orquesta esté ligada a la ciudad también institucionalmente, y para eso tenemos un Ayuntamiento), se ha mantenido de momento el grueso de los conciertos de temporada de la Sinfónica y se ha suscrito un nuevo documento para que volvamos a nuestra sede original de Gilitos, que está adscrito a la Concejalía de Cultura.
– Hablemos de los más jóvenes, que serán los que hacen más ruido en una orquesta.
– Sí. Ellos están englobados en las JOCCA (Jóvenes Orquestas y Coro Ciudad de Alcalá). Date cuenta de que la OCA es un proyecto de abajo a arriba. Cuando nació, muchos de los superprofesionales que hoy están en la Sinfónica tenían la edad, la ilusión y el apoyo familiar que hoy ampara a la Orquesta Juvenil. En esas condiciones viajaron (entonces solo había una orquesta en la Fundación) a Alemania, Italia, Nueva York, Portugal o San Petersburgo. La Orquesta Juvenil está formada por músicos hasta 20-22 años, y muchos de ellos están ya en la Sinfónica, de forma que tiene un sonido realmente bueno. En cuanto a la Orquesta Infantil, son músicos entre 5-6 y 12-14 años, que se van a incorporando poco a poco a las formaciones superiores. Al tiempo, las JOCCA también tienen sus propias agrupaciones de cámara, por ejemplo. Es un proyecto realmente ilusionante.
– ¿Y el Coro? El nombre de JOCCA remite a un Coro…
– Ah, claro. No lo había dicho. Los directores artísticos de la Sinfónica y de las Jóvenes Orquestas plantearon su creación al Patronato de la Fundación. Y ya sabes: un sueño cumplido más…. La OCA va a tener, a partir de este año, un Coro, que participará en conciertos con nuestras agrupaciones instrumentales y también en eventos en solitario. Lo cierto es que en los últimos años hemos colaborado con diversos coros y es frecuente que en nuestros repertorios se incluya también la familia vocal, que es el instrumento más rico, con más matices y más barato que se conoce. Si me dejas, aprovecho para invitar a todos los aspirantes a ingresar en nuestro coro a que lo hagan.
– Claro. ¿Qué deben hacer?
– Sencillo. El día 5 de octubre se va a hacer una audición con todos los aspirantes, para la clasificación de voces y para explicar a los padres el funcionamiento. Basta con que se pasen por nuestra sede por la tarde y allí se les explicará. Es una lástima que músicos (que es lo que son al fin y al cabo) que han formado parte de coros escolares y que disfrutan de los valores y las satisfacciones que aporta la actividad, pierdan el contacto al pasar al instituto o no encuentren un lugar con garantías para desarrollar esa pasión. La OCA es en ese sentido un contenedor de ilusiones musicales.
– Bueno, pues nos ha informado de dos importantes novedades: el Ciclo de Cámara “Ciudad de Alcalá” y la creación del Coro de las Jóvenes Orquestas de la OCA. ¿Algún bombazo más? Al ritmo que va este nuevo patronato, no nos extrañaría que hubiese algo más.
– (Ríe). Pues no te equivocas, no. Porque estamos preparando algo fuera del país, una producción para un teatro en Madrid, nuevas muestras pedagógicas, determinadas cosas ligadas a patrimonio… Mucho trabajo y mucha ilusión. Pero déjame que no anticipe nada: prometo contároslo cuando vaya llegando.
– Perfecto. Pues quedamos emplazados para ese momento.
