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La depresión invernal: Winter is coming

La depresión invernal: Winter is coming

Se acerca el invierno. Esto que nos advierten en la serie Juego de Tronos desde hace 5 años, temporada tras temporada, para nosotros es algo que se repite cada 12 meses. Y para muchas personas, supone un verdadero problema que afecta a su estado de ánimo y a su calidad de vida.

La naturaleza influye de manera muy directa en nuestro estado de ánimo y nuestra conducta. La llegada del buen tiempo en primavera y el aumento de la temperatura en el verano suelen hacer que el estado de ánimo mejore, mientras que la llegada de las lluvias y el frío en otoño y con más intensidad en invierno provocan lo que se conoce como depresión invernal, que los especialistas llaman Trastorno Afectivo Estacional.

Se calcula que un 30% de la población sufre depresión invernal, especialmente en zonas geográficas en las que las diferencias climáticas entre las diferentes estaciones son especialmente notables

Trastorno Afectivo Estacional

El Trastorno Afectivo Estacional, también conocido como TAE y cuyas siglas en inglés (SAD) coinciden con la palabra “triste” en dicho idioma, hace referencia a las alteraciones que se producen en el estado de ánimo de una persona en los meses en los que la exposición a la luz solar es menor. Este trastorno se encuentra incluido en el grupo de las depresiones de tipo endrógeno, que no suelen tener explicación en los antecedentes patológicos pero se asocian a la disminución del tiempo de luz solar.

La carencia constante de luz solar puede provocar también dolores de cabeza, fatiga crónica, ansiedad y estrés, mareos, insomnio e incluso infertilidad, impotencia y disminución del deseo sexual

Se calcula que un 30% de la población sufre este trastorno, especialmente en zonas geográficas en las que las diferencias climáticas entre las diferentes estaciones son especialmente notables. Según algunos estudios basados en la fotobiología, la carencia constante de luz solar puede provocar no sólo Trastorno Afectivo Estacional, sino también dolores de cabeza, fatiga crónica, ansiedad y estrés, mareos, insomnio e incluso infertilidad, impotencia y disminución del deseo sexual.

Los especialistas asocian este trastorno a la melatonina, una hormona que el cerebro genera en mayor cantidad en épocas en que los días son más cortos y tienen menos luz solar. Esta hormona es responsable de regular la temperatura corporal y de los ritmos y hábitos estacionales como el sueño o el apetito. En los periodos de menor luz solar como el otoño y el invierno la producción de esta hormona se incrementa, y al mismo tiempo se reduce la producción de su hormona contraria, la serotonina, que se encarga de manejar el estado de ánimo y que en niveles bajos provoca la aparición de depresiones.

La fofoterapia ha demostrado ser muy efectiva para tratar el Trastorno Afectivo Estacional, aunque casi la mitad de las personas que lo padecen no responden si sólo se utiliza esta técnica

Síntomas de la depresión invernal

El Trastorno Afectivo Estacional tiene diferentes síntomas. No todas las personas presentan los mismos, y no todos ellos se dan en las personas que lo padecen.

Los síntomas más comunes son los siguientes:

  • Dado que el Trastorno Afectivo Estacional es una especie de depresión, comparte los síntomas de tristeza y desesperanza, además de la falta de interés para las actividades que suelen entretener y gustar al sujeto. La diferencia respecto a las depresiones es que mientras estos síntomas se presentan durante los meses de otoño e invierno, no se dan en otra época del año.
  • Fatiga y somnolencia. El estado depresivo que provoca este trastorno hace que la persona quiera pasar más tiempo recostado viendo la televisión o durmiendo, aunque después de haber dormido no se siente más descansada. En muchas personas las consecuencias del Trastorno Afectivo Estacional son trastornos en el sueño e insomnio.
  • En las personas que padecen este trastorno, es habitual encontrarse más irritables que los demás. La irritabilidad y la ira son dos síntomas característicos.

Otros síntomas de la depresión invernal son:

  • Ansiedad, pesimismo o sensación de vacío.
  • Sentimientos de impotencia o culpabilidad.
  • Dificultad para tomar decisiones, concentrarse o recordar detalles.
  • Cambios en el peso.
  • En casos extremos, pensamientos relacionados con el suicidio o la muerte.

Cómo hacerle frente

No hay que cruzarse de brazos por el simple hecho de que este proceso parezca depender de la naturaleza. Si queremos prevenir y combatir la depresión invernal, el primer paso es regular nuestra dieta y mantener en nuestro domicilio y también en el lugar de trabajo unos niveles adecuados de iluminación.

La terapia con luz o fofoterapia ha demostrado ser muy efectiva para tratar el Trastorno Afectivo Estacional, aunque esta terapia puede no ser suficiente, ya que casi la mitad de las personas que lo padecen no responden si sólo se utiliza esta técnica. Cuando esto ocurre, la terapia de conversación y los medicamentos antidepresivos pueden ayudar a disminuir los síntomas, ya sea independientemente o combinados con la fototerapia.

Sección ofrecida por Psicólogo Alcalá de Henares

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