la Luna del Henares: 24 horas de información

Jaime Sánchez, el alcalaíno que jugó y ganó la final de la Liga de Campeones con el Real Madrid

Jaime Sánchez, el alcalaíno que jugó y ganó la final de la Liga de Campeones con el Real Madrid

El 28 de mayo el Real Madrid busca la Undécima. La undécima Liga de Campeones. Y lo hace con la necesidad de ganar al Atlético de Madrid y ‘aguar’ el doblete del FC Barcelona. Pero va sin esa presión histórica que vivía el equipo blanco cuando disputó la final ante la Juventus el 20 de mayo de 1998, cuando el Real Madrid buscaba la séptima Copa de Europa, la primera en color. La Ansiada.

Un alcalaíno, Jaime Sánchez, vivió, jugó y ganó la final de esa séptima Liga de Campeones. El ex jugador del Alcalá o Deportivo de la Coruña, que venía siendo habitual a las órdenes de Jupp Heynckes, entró en el minuto 82 de partido cuando el Real Madrid ganaba 1-0 a la Juventus con gol de Mijatovic. Sustituyó a Fernando Morientes en el primer cambio del alemán en un partido angustioso ante un rival que tenía a Zidane, Del Piero, Deschamps, Davids o Inzaghi. Casi nadie al aparato. Claro que el Real Madrid tampoco era cojo: Mijatovic, Suker, Roberto Carlos, Seedorf, Hierro, Guti, Redondo, Raúl… y otros muchos que con la participación de Jaime Sánchez, que jugó esa temporada 31 encuentros, 21 de ellos como titular. «Ellos partían de favoritos, venían de perder dos finales y quería sacarse la espina», evoca Jaime Sánchez en una entrevista telefónica con La Luna de Alcalá.

«El ambiente era de concentración total, porque sabíamos lo que nos jugábamos. Durante todo el año se hablaba de la Séptima y según pasábamos ronda fue tomando cuerpo la idea de lograrla», afirma de una temporada en la que en Liga el Real Madrid naufragó y todas las cartas pasaban por Europa. Y llegó el gol de Mijatovic y los recuerdos en blanco y negro se transformaron en color.

«Es un recuerdo muy positivo. Después de 32 años desde la última Copa de Europa, había cierta ansiedad por conseguir el título por parte de la afición», recuerda Jaime, que ahora entrena en las ligas automómicas en Galicia. «Recuerdo ver gente llorando por la calle y dándonos las gracias por ganar la Séptima», añade el ex jugador, que ve que «ahora se está mal acostumbrando a todo el mundo», con la presencia constante en las semifinales y finales del Real Madrid o de la consecución de títulos por parte de la selección española. «Ahora parece normal», continúa.

¿Y qué recuerda cuando Heynckes le llama para salir en sustitución de Morientes? «Ese año tuvo la oportunidad de jugar muchos partidos, muchos de titular y en ese momento se te pasan muchas cosas, recuerdas los sueños que tenéis cuando eras pequeñito, el esfuerzo», rememora el ex futbolista, que habla maravillas de aquella plantilla: «Eran grandísimos futbolistas, con un gran currículum, pero también grandes personas que estaban muy pendientes de nosotros». Recuerda la seridad de Illgner o el liderazgo de jugadores como Hierro y Sanchís.

La camiseta del partido -«un tesoro muy preciado»- fue para su padre «porque me ayudó al máximo para que yo lograra mis sueños, con muchas horas de sacrificio», afirma Jaime, que hasta el pasado año entrenaba en las categorías inferiores del Deportivo de la Coruña, donde ganó la Liga como futbolista.

Jaime, que ve muy igualada la final de este sábado ante el Atlético de Madrid, tuvo palabras de elogios para otro alcalaíno que fue campeón de Europa: Nacho Fernández, que ganó la Décima hace dos años precisamente ante el Atlético de Madrid, aunque no tuvo la oportunidad de jugar ningún minuto en la final. «Es un futbolista para quitarse el sombrero en todos los sentidos, no sólo como jugador sino cuando hace declaraciones. Aunque no tenga continuidad siempre que juega lo hace al máximo nivel y ese sentimiento que tiene un canterano», afirma. Quizás este 28 de mayo Nacho tenga la oportunidad de levantar su segunda Champions. Con suerte, jugar su primera final. Veremos.