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Feliz solsticio de invierno / Por Javier Villalvilla

Feliz solsticio de invierno / Por Javier Villalvilla

Por Javier Villalvilla

Y Feliz navidad, ante todo. Sin miedo, sin que por ello una persona se la pueda considerar rancia a partir de ahora.

Digo esto porque los nuevos gobiernos municipales de algunas ciudades españolas han traído unos aires de querer transgredir con todo lo que “no vaya con ellos”. Aunque todavía muchos de estos ayuntamientos no se atreven del todo mencionar al Solsticio como el motivo a celebrar en estas fechas (Barcelona sí pero la mayor parte de los casos se queda en un genérico y aséptico “Felices Fiestas”), la cuestión es que el rasgo y las referencias religiosas van a ir desapareciendo.

Todos los que leímos el “Código Da Vinci” de Dan Brown estamos “enterados” de que la Navidad es como una especie de invento de la Iglesia. La realidad es que son varias las versiones del origen del 25 de diciembre, día de la Natividad, entre ellas de que la Navidad es una adaptación o copia de la fiesta pagana del Solsticio de Invierno. Aunque fuera así y se acepte, no da motivo para desmerecer o despreciar la fiesta cristiana, que desde hace 17 siglos celebran los cristianos. Y todo porque existe una obsesión, sobre todo por algún sector ideológico de la izquierda, de querer desvirtuar y arrinconar continuamente la fe religiosa, y en concreto la católica.

El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Madrid se dio cuenta del sectarismo que supone atacar de golpe una tradición de siglos y siglos

En el Ayuntamiento de Madrid, por ejemplo, el gobierno de Podemos (aunque se llamen de otra manera) intentó eliminar o apartar los “belenes”, uno de los elementos más tradicionales de las navidades cristianas, porque la señora alcaldesa adujó que no todos los ciudadanos son católicos. Las Redes Sociales tuvieron respuesta a esto y repelieron ese discurso poniendo como ejemplo simple que si entonces se ponía la bandera gay en el ayuntamiento, eso significaba que todos somos gays. El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Madrid se dio cuenta del sectarismo que supone atacar de golpe una tradición de siglos y siglos, y que aunque no se viva con el espíritu original hay que respetarlo. Uno de los últimos CIS establece que más del 70% de los españoles se consideran católicos aunque si bien es cierto que sólo una cuarta parte de estos asiste regularmente a oficios religiosos. Creyentes o no, practicantes o no, la mayoría de las tradiciones no se pueden borrar de un “plumazo” o a base de normas e imposiciones. Hay que dejar fluir los comportamientos de la gente dentro del raciocinio y el sentido común.

El Ayuntamiento de Madrid reculó en el tratamiento que quería dar a la Navidad, introduciendo elementos nuevos como expresiones artísticas de otros países (que están muy bien porque toda variedad enriquece el acto festivo) pero ha vuelto a dar la nota al introducir la famosa “paridad”, en tradiciones de siglos atrás. Quiere que haya también “Reinas Magas” en la cabalgata de Reyes Magos. Creen que por meter la figura de la “mujer” de esta manera es una forma de reivindicarla.

Quiere que haya también “Reinas Magas” en la cabalgata de Reyes Magos. Creen que por meter la figura de la “mujer” de esta manera es una forma de reivindicarla.

Con estas intenciones, veo al mundo del cine y las artes escénicas readaptando títulos. Ya no tendremos al “Equipo A” como hasta ahora, en “El bueno, el feo y el malo” alguno pasará a ser la “buena” o la “mala” (el feo se lo dejamos al género masculino), o al contrario, en nombre de la paridad, “Los Ángeles de Charlie” ya no serán tres mujeres, “Mujercitas” se convertirá en “Mujercitas y hombrecitos y viceversa”y “Caravana de Mujeres” no quiero pensar en lo que se convertiría.

He intentado con un poco de sorna e ironía (que por cierto también la alcaldesa de Madrid ha declarado que no le gusta ésta, mientras mantiene a concejales que “bromearon” con los judíos, las víctimas del terrorismo o políticos de otros partidos) que algunas ocurrencias en definitiva se quedan en eso, ocurrencias de “sábado por la noche”.

La Navidad es para todos, niños y mayores, aunque sin duda, si hay un sector de la población “feliz” ese es el de los niños, que además de no tener colegio es la época del año más intensa y mágica para ellos. Para el resto y emulando a Jorge Valdano, la navidad más allá del sentido religioso (o pagano) es un estado de ánimo, que puede ser perturbado por las cosas que nos acontezcan. Para mucha gente es tiempo para acordarse de los que ya no están o de lo que ya no viviremos, para otros significa momentos con la familia, para otros sólo se queda en motivo de fiesta, literal. Otra gente afirma que no les gusta la Navidad pero disfrutan haciendo regalos. Todo vale. Que cada uno disfrute de la Navidad como quiera sin tener que imponer a los demás sus pensamientos o hábitos. Y si alguien es ateo o no cree en la Navidad y quiere ir a trabajar a la oficina el día 25, pues que vaya. 😉

Felices Fiestas. Feliz Navidad. Y Feliz Año Nuevo.

PD. Permítanme que haga una mención expresa y específica a las más de 50 mujeres que no podrán celebrar la Navidad con sus familias este año y a todas aquellas que dejaron de hacerlo hace tiempo porque fueron vilmente asesinadas por sus parejas o ex parejas en nuestro país. Muchas de ellas, madres. Hijos que no tendrán más navidades con su madre. Mi más sentido recuerdo.