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«En España se memoriza mucho y se piensa poco»

En el Informe PISA España supera la media de la OCDE en lectura y la iguala en ciencias, pero sigue estando cuatro puntos por debajo de la media de la OCDE en matemáticas. ¿Dónde está el problema y cuáles son las soluciones? El profesor del Departamento de Física y Matemáticas de la Universidad de Alcalá, experto en educación matemática, Pedro Ramos, considera que «este rendimiento mediocre obedece a nuestro diseño curricular, que está obsoleto, y a la formación de los profesores, que no se cuida lo que se debiera».

Con respecto al currículo estima que «son muy extensos, los profesores tienen que ir corriendo para terminar el programa, los chicos se lo aprenden de memoria, tratan de hacer los exámenes, pero no asimilan los conocimientos, y por tanto no pueden desarrollar las competencias».

Este profesor de la UAH, miembro también de la comisión de educación de la Real Sociedad Matemática Española, añade que «dedicamos en la Primaria muchas horas a hacer cuentas que ya no tienen ningún sentido: multiplicaciones enormes, divisiones enormes…y los niños empiezan a ver las matemáticas como un engorro, comienzan a odiarlas… Desde luego, hay que hacer algunas cuentas, porque la única manera de entender los números es aprender a manejarlos, pero no tantas y tantas. Esa es la dinámica que se sigue en otros países, como Singapur, donde los divisores con más de una cifra ya no están en el currículo de Primaria; pero nosotros aquí seguimos, agotando a nuestros estudiantes con divisiones interminables».

El centro del debate en la educación en general y en la enseñanza de las matemáticas en particular, más allá de cómo se organiza la enseñanza, «tiene que ser qué estudiamos, el currículo». Y defiende modelos a seguir, como el implantado en Singapur, en la cabeza en el aprendizaje de matemáticas en el Informe PISA. «En Singapur estudian menos cosas, pero en más profundidad, de forma que los estudiantes aprenden, adquieren el conocimiento necesario y es más fácil para ellos enfrentarse y resolver los problemas de ésta o de otras materias».

De hecho, él lidera un movimiento para implantar el modelo de Singapur en los centros educativos españoles, que desde este curso se ha empezado a establecer en varios colegios, entre ellos de Guadalajara y Coslada.

Los problemas en el aprendizaje de las matemáticas también estarían relacionados, en su opinión, con la formación del profesorado, «porque tenemos que seleccionar a los mejor formados y con más capacidad de transmitir sus enseñanzas». En este sentido, apoya las voces que defienden el establecimiento de un sistema tutelado y con evaluación final -como el MIR en medicina- para los primeros años de ejercicio profesional.

Con respecto a las evaluaciones externas como sistema de mejora del aprendizaje indica que «bien estructuradas, pueden ser positivas; pero no pueden convertirse en rankings, porque eso hace mucho daño a la enseñanza en general».