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Don Juan: Patrimonio del pueblo complutense / Por ARCA

Don Juan: Patrimonio del pueblo complutense / Por ARCA

Llega el día en el que los muertos visitan a sus vivos y los vivos a sus recuerdos a sus temores en buena parte del mundo. En el DF la Santa Muerte se adueña de la urbe sin horizonte mientras que al norte del Río Grande velas dentro de calabazas iluminan los jardines. A las 12 de la noche la Santa Compaña recorrerá los caminos más antiguos de España al acecho de viajeros despistados y entretanto un fantasma habrá recorrido Alcalá. El fantasma de Don Juan muerto y converso, el fantasma de lo que pudo haber sido y no fue. Pese a las multitudes que acudirán, como en años anteriores, a la representación teatral, el fantasma de Don Juan presentará la paradoja de ser un fantasma sin alma.

La representación del “Don Juan Tenorio” de Zorrilla ha pasado a ser una parte fundamental del imaginario complutense desde su nacimiento allí cuando más se necesitaban vínculos identitarios y comunes en una ciudad que se redescubría a sí misma tras siglos de letargo. La Alcalá creciente y recién construida por inmigrantes de todos los rincones del país venidos respondiendo a la llamada de la industria, entre el éxodo rural y los contoneos seductores del Desarrollismo Tardofranquista. Una ciudad obrera ante todo, que crecía sobre las reliquias somnolientas de un pasado glorioso y casi olvidado. Hombres y mujeres diversos, con todos sus acentos, con la alegría de quien se quiere libre, creando algo totalmente nuevo, diferente del pasado sin ser extraño al mismo. Y esa es la Alcalá de Henares única a la que tanto amamos y reivindicamos desde ARCA.

En este contexto, en el año 1984 Alcalá recuperó su Don Juan con la voluntad de su ayuntamiento y su pueblo, siguiendo el espíritu de los tiempos, las primeras representaciones del “Don Juan”, bajo la talentosa batuta de Antonio Guirau nuestra ciudad estaban profundamente fundidas con sus gentes y su tejido social a través de la participación de actores y compañías de teatro locales y de la implicación de buena parte de los vecinos y vecinas. Han pasado 32 años, dos crisis y una dolorosa desindustrialización y el Don Juan de este año costará a las arcas municipales unos 180.000 euros para pagar, entre otras cosas, el elevado caché de dos directores internacionales. Ebrios tras tragar una tras otra las copas de garrafón de la lógica neoliberal, lejos queda la participación de las gentes que hacen posible esta representación, esta ciudad y los cargos de los y las responsables de cultura municipal que han permitido a lo largo de los años que lo que era del pueblo le fuese sustraído en nombre del espectáculo efímero, el sponsor, la rentabilidad (para unos pocos) y la concepción de la cultura, y nos tememos que el mundo en general, como una inmensa cadena de producción.

Por eso sabemos y reivindicamos que otro “Don Juan” es posible. Un Don Juan popular, hecho por el pueblo y para el pueblo en el que la voz de todos y todas cree ese momento mágico en el que nace lo nuevo para cambiar el significado de lo viejo, de los roles y los papeles teatrales y vitales. Instamos al Equipo de Gobierno municipal a racionalizar el gasto y fomentar la participación trabajando por recuperar el espíritu con el que el “Don Juan” retornó a Alcalá, para que nuestro pasado reciente nos permita mirar al futuro. Porque hacer ciudad y construir sociedad permanece y permanecerá como un bien común cuando los breves fuegos de artificio del espectáculo turístico se hayan apagado.

(*) ARCA es la Asociación Recreativa y Cultural de Alcalá