Con motivo del mural cervantino realizado en Alcalá por Boa Mistura, La Luna de Alcalá cita a Rayden y a los integrantes de Boa para hablar sobre arte y escuchar una canción en acústico del último disco del músico complutense. ¡No espere más y dale al play!
Por Saúl Quijada / Imagen: Claudio Monterroso
Pablo Purón llega puntual a la cita. El lugar, la azotea de Marco Aldani situada en la Vía Complutense. Pablo es uno de los miembros de Boa Mistura, un colectivo artístico formado por Javi Serrano, Juan Jaume, Pablo Ferreiro y Rubén Martín que tatúa con murales las ciudades para reivindicar el arte urbano y, en algunos casos, ayudar a causas sociales como el trabajo que han realizado en las favelas de Brasil donde barrios enteros se han unido en torno a los botes de pintura para crear juntos una ilusión. Madrid, Berlín, México, EEUU y Sudáfrica, entre otros lugares, ya visten con sus pinturas.
Antes de ponerse la ropa de trabajo y calzarse las zapatillas multicolor que guardan brochazos de todas las tonalidades, Pablo se queda observando el mural y analizando todos los detalles. “Hay gente que se ha acercado a la grúa y nos ha dicho que ahora cambia la ruta del colegio para pasar por aquí y ver la pintura todas las mañanas” nos explica con una sonrisa de oreja a oreja.
Pasadas las once de la mañana aparece en escena el otro protagonista del reportaje, David Martínez, más conocido como Rayden. Vuelan los abrazos y las enhorabuenas. Hemos citado a Rayden para que le ponga la banda sonora al mural de Boa y le cante a su ciudad natal desde las alturas.
Al final, la pintura tiene halo de canción. Primero, buscamos el momento de supurar los sentimientos y sacarlos hacia fuera. Llamémosle dibujo o maqueta. Ideas buscadas, esperando a ser cazadas. Más tarde y con la idea en la cabeza es el momento de sentarse a trabajar para buscar la dirección acertada y el traje que mejor le siente a la obra. Llamémosle arreglo musical o boceto. Llega la parte final, donde hay que demostrar en un determinado espacio de tiempo todas las horas de trabajo previas y con un resultado perfecto. Boa se sube al andamio, Rayden al escenario. Boa interpreta brochazos, Rayden canciones. Boa termina por todo lo alto, Rayden al grito de “otra, otra” con una sala a reventar. Al final, los dos bajan de las alturas para celebrar, brindar y guardar las emociones vividas ahí arriba. Así son las vidas de los artistas; distintas pero cercanas.
